SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Luego de la continuación del juicio oral y público que fuera suspendido para tratar de localizar a una testigo clave, la fiscal de Bariloche Mirta Siedlecki pidió para el acusado el mínimo de la pena prevista para el delito de "homicidio simple".

El defensor particular del imputado, el abogado Rodolfo Rodrigo, pidió a los jueces que consideren que existió un "exceso en la legítima defensa" y le impongan la pena mínima, que atendiendo al atenuante invocado sería de seis meses de prisión en suspenso.

El debate realizado por la Cámara Segunda del Crimen tiene por imputado a un hombre que reconoció haber efectuado varios disparos para frenar una agresión a su domicilio por parte de un grupo. Según la investigación, de ese grupo formaba parte la víctima fatal, con quien el acusado habría intercambiado insultos y agresiones poco antes del fatal desenlace.

El acusado por el caso es Sergio Quiñelén, de 31 años, a quien la fiscal Mirta Siedlecki le adjudica que en la madrugada del 8 de febrero último efectuó "varios disparos" con un arma calibre 9 milímetros contra Alejandro Martínez.

Uno de esos proyectiles impactó directamente en el hemitórax derecho de la víctima fatal, entre la tetilla y la axila, perforándole un pulmón y ocasionándole la muerte en pocos minutos por el ulterior shock hipovolémico.

Uno de los primeros en llegar al lugar, para auxiliar al herido y actuar en la identificación y detención del imputado fue un policía que en la jornada de juicio de ayer declaró todo lo que recordaba de aquella noche. El testigo señaló a Quiñelén como la persona que había efectuado los disparos.

Por su parte el joven que acompañaba a Martínez esa madrugada, Cristian Rodríguez, expuso ante el tribunal y las partes que iban pasando a pocos metros de la casa de Quiñelén, de camino hacia un comercio donde comprarían cigarrillos, y que el imputado "los bardeó". Según su relato, ambos hombres se insultaron y poco después se escucharon los disparos. Enseguida advirtió que su amigo estaba caído.