El delegado Mario Dorini enfrenta cada año los duros inviernos que signan a esta villa pesquera. Es el que está en contacto permanente con los reclamos de la gente.

"Hasta para una familia relativamente acomodada es complicado atravesar el frío sin gas, ya que por ejemplo los tubos este año se pagan 180 pesos y si tenés que alimentar un calefactor, una cocina y un calefón se esfuman en una semana, así que al mes sólo en esto gastás 720 pesos, a lo que se suma el dinero que hay que destinar a la leña", describe.

Para calefaccionar la delegación el funcionario el año pasado pagó de su bolsillo la instalación de un zepelín, con el que se abastece al edificio comunal y a la biblioteca.

Sin embargo, otros edificios públicos, como la comisaría, se suman a los reclamos que realizan los propios vecinos.

"A la policía la ayudamos aportando dinero para los tubos de gas y los vecinos reciben una ayuda mensual que aporta la municipalidad de San Antonio, pero que nunca alcanza y encima rinde poco, porque se entregan 5 bolsas de leña por familia" manifiesta el delegado.

Otro dato es que el Plan Calor provincial, del que no forma parte el Puerto, sólo aporta una ayuda a través del fondo de emergencia del que dispone. Según Dorini "Nos hicieron una pequeña entrega, pero lo que realmente esperamos es que finalmente se apueste a la construcción del gasoducto".