NEUQUÉN (AN).- Una serie de obras encaradas desde ayer por el municipio capitalino complicó seriamente el tránsito vehicular a raíz de que comprenden la calle más utilizadas para el acceso al centro desde Cipolletti. A las controvertidas tareas en el este de la ciudad se sumarán la semana entrante una serie de reparaciones en el centro y el acceso norte.
A primera hora de la mañana, aún con la penumbra de la noche, y en el horario en el que los automovilistas conducen apurados, un equipo de operarios municipales comenzó ayer a construir un badén sobre Rivadavia, a metros de Illia.
El sector se convirtió a los pocos minutos en un caos dado que a las largas filas de vehículos que se formaban para esquivar a los operarios se sumaron luego los congestionamientos en arterias del centro producto del ingreso de esos vehículos en calles ya de por sí se encuentran abarrotadas.
El subsecretario de Servicios Urbanos, Julián Villar, destacó que "el badén va a mitigar la acumulación de agua que escurre desde Illia por Rivadavia". Mientras detalló que las tareas se extenderán hasta el próximo miércoles 15 dado que el badén en cuestión estará formado por una estructura de hormigón del ancho de la calzada y de 2,50 metros de largo. Advirtió que se aprovecha "el receso escolar y la disminución de la circulación para hacer obras en calles muy transitadas".
En este sentido adelantó que a partir de la semana entrante se comenzará una serie de tareas de reparación en la transitadísima intersección de la avenida Olascoaga y las vías del ferrocarril, en la esquina de Almirante Brown y diagonal 9 de Julio, y en el complicado acceso norte a la ciudad.
"Vamos a cortar la mitad de la calle de la rotonda de la ruta 7 porque se formaron allí tres pozos muy peligrosos", destacó Villar.
