Estudiantes ya sueña con la hazaña de volver a dar una vuelta olímpica, después de 39 años, pero ahora la gran incógnita pasa por saber si la ida de la final se jugará en La Plata, debido al brote de gripe A que azota al país.
Antes del partido con Nacional (que el Pincha ganó 2-1 en Montevideo) las dirigencias de Cruzeiro y Gremio, los clubes que al cierre de esta edición se jugaban el pase a la final, ya habían dejado en claro sus reparos para desembarcar en Buenos Aires.
Ayer la dirigencia de Estudiantes, la intendencia de La Plata y el gobierno de la provincia garantizaron las medidas "de seguridad e higiene" e incluso "aislar" al equipo brasileño para que los jugadores no se nieguen a viajar a la Argentina.
"Les vamos a garantizar todas las medidas de seguridad e higiene que sean necesarias y aislarlos de la mejor manera posible para que puedan estar tranquilos", declaró el vicepresidente del equipo platense, Marcelo Malaspina. La dirigencia Pincha estaría dispuesto a ceder la cantidad de entradas que quiera el rival.