SAN MARTÍN DE LOS ANDES (ASM).- Un centenar de vecinos de esta ciudad presentaron ante el Concejo Deliberante una firme protesta por la construcción de un boliche bailable con capacidad para 400 personas en La Vega, y exigieron que se detengan las obras, fundados en los efectos que, consideran, tendrá la habilitación del emprendimiento para ese sector periurbano y rural de San Martín de los Andes, que se caracteriza por barrios residenciales.
La puesta en marcha del proyecto, promovido por inversores privados de esta ciudad, ya había provocado polémica entre los concejales la pasada semana, por aspectos vinculados con la seguridad.
Lo vecinos presentaron un escrito con un centenar de firmas, en el que rechazan la habilitación de cualquier tipo de establecimiento dedicado a la diversión nocturna, que "altere la tranquilidad" del lugar y "ponga en riesgo la seguridad e integridad general y/o modifique con ruidos y efluentes el medio ambiente, que hoy nos permite contar con un relieve, flora y avifauna que deseamos que se mantenga".
El documento señala que "teniendo ya a la vista la construcción de una estructura sobre la ruta 234, en proximidades del Callejón de Torres, apelamos a las autoridades responsables para que intervengan en favor de los vecinos, que nos oponemos terminantemente a estas iniciativas".
Como se apuntó, el planteo vecinal fue precedido días atrás de una encendida polémica en el Concejo Deliberante, a propósito de la aprobación -por mayoría- de una resolución conjunta del la intendencia y el Deliberante, que declara la "factibilidad ambiental" del emprendimiento ubicado a la altura de la Vega Maipú.
El emprendimiento está diseñado para albergar a unas 400 personas, con estacionamiento para 200 vehículos. Tendrá alrededor de 550 metros cuadrados cubiertos, en un predio de 82.074 metros cuadrados. Al momento de la votación se disparó el debate a partir de las posturas contrarias de la concejal de Alternativa Neuquina Emilia Otharan y Silvia Curi, de Opción Federal. Advirtieron sobre la falta de análisis con los vecinos y alertaron sobre la necesidad de realizar un relevamiento del impacto social y ambiental.
También la concejal del Une Ana Ambrogi había admitido que el proyecto cumple con los requisitos normativos, pero también había resaltado la preocupación por el ingreso y egreso a través de la ruta nacional 234. Propuso que se realice un plan especial de control.
El oficialismo emepenista y el partido vecinalista Participar apoyaron la declaración, aunque con recomendaciones en materia de seguridad de las personas y por los accesos desde la ruta, con la construcción de dársenas adecuadas para tal fin. De momento, el proyecto sigue su curso.