Hoy comienza a definirse otro escenario político en la provincia. El resultado de las elecciones influirá en las pretensiones de algunos de los candidatos que pelean por un puesto en el Congreso de la Nación pero que ya miran el ciclo electoral del 2011.
En la mayoría de las fuerzas políticas se juegan posicionamientos, pero el Movimiento Popular Neuquino (MPN) tendrá un desafío aún mayor el próximo domingo con la interna para elegir candidatos a concejales, una pulseada que, por primera vez, enfrentará en las urnas al gobernador Jorge Sapag con Jorge Sobisch a través de los precandidatos Luis Jalil y Jorge Lara.
Estas semanas activas de la política provincial sirven para ponerse en carrera por la gobernación, la intendencia o para obtener o renovar bancas en los cuerpos colegiados. Hay estaciones intermedias como la de esta jornada, la interna del otro domingo del partido provincial o la que se librará, en fecha a determinar, por la presidencia del MPN, un puesto que Sobisch aspira a ocupar.
De los que disputan hoy una banca en el Congreso ya se sabe que el radical Horacio Quiroga tiene intenciones de insistir en la candidatura a gobernador dentro de dos años y que José Brillo sigue pensando, al menos, en la intendencia de Neuquén. Ramón Rioseco, un aliado kirchnerista, buscará una proyección provincial, tal vez acompañando una fórmula para la gobernación que podría estar encabezada por el actual secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli.
Estos pronósticos pueden variar, pero lo que parece inevitable es la pelea de fondo en el MPN. Sapag reconoció que irá por la reelección y Sobisch se plantó con una estrategia de internas para limarle poder al gobernador: como ya se dijo, va primero por los puestos de concejales y luego lo hará por los cargos partidarios.
Aunque hoy no lo reconoce oficialmente, Sobisch podría ir por la gobernación dentro de dos años. De suceder esto, Sapag y el ex gobernador se cruzarán en el 2011 y protagonizarán la madre de todas las internas.
Sapag no plebiscita hoy su gobierno, pero igual sus adversarios del sobischismo observarán el resultado con mucho detenimiento.
Hay un dato para tener en cuenta a la hora de los reproches: de los tres puestos que se ponen en juego en Diputados por este distrito, dos le corresponden al MPN; el restante es del kirchnerismo. En consecuencia, es el oficialismo provincial el que más arriesga en los comicios de hoy, según la lectura del sobischismo.
En el gobierno comienzan a evaluar alternativas para sobrevivir ante los nuevos desafíos. Sapag tomó la iniciativa en esta campaña electoral con arengas en reuniones privadas a funcionarios y a empleados de planta política. Los instó a que militen con firmeza y a defender el proyecto de gobierno. Lo hizo en dos ocasiones en reuniones realizadas en el auditorio que está ubicado en el aeropuerto donde, en una de ellas, reconoció que las cosas no están marchando bien.
Fuentes oficiales dijeron que esperan que Sobisch corra por derecha al gobernador y lo castigue, ya no en secreto sino en público, por la proximidad que tiene con el gobierno nacional.
Sapag no está pensando en tomar distancia de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, al menos por ahora. En definitiva, el gobernador no es kirchnerista pero sí un pragmático de la política y un hombre respetuoso de las formas institucionales.
La construcción de Chihuido, una obra que va a generar tres mil puestos de trabajos directos según dijo Sapag esta semana, es multiplicadora de la economía regional. El gobierno no está dispuesto a arriesgar la continuidad de este proyecto por caprichos de una pelea interna, dijo una fuente sapagista del partido.
Otra relación con Nación
Los planteos más firmes ante Nación llegarán por el lado de los recursos, impulsados por un segundo semestre financieramente complicado para la provincia. Una mejora en la coparticipación y el precio del gas en boca de pozo para subir los ingresos por regalías serán dos temas de agenda con el gobierno central.
"No se pateará el tablero pero habrá planteos con mayor firmeza", reconoció una fuente oficial.
El grado de endurecimiento en el vínculo dependerá también de cómo le vaya al kirchnerismo en esta elección, aclaró la misma fuente.
Sobre la necesidad de crear una nueva relación con la Casa Rosada ya habló Ana Pechen. Fue en junio, en un agasajo a los periodistas. "Creo que sentarse a la mesa de Nación después de junio deberá ser en un tono de mayor reconocimiento del aporte que Neuquén hace", expresó la vicegobernadora que, también en esa ocasión, se refirió a la necesidad de rediscutir recursos, entre ellos los que se originan por la explotación del gas.
La segunda mitad del año será complicada para Sapag no sólo por la interna con Sobisch, sino también porque espera más reclamos de recomposición salarial de la dirigencia de los gremios estatales. Serán planteos difíciles de satisfacer en el contexto de crisis financiera que describe con insistencia el gobernador neuquino.
Los reclamos van a trastornar, una vez más, el funcionamiento de los servicios de salud y educación, entre otros menos esenciales, y a generar un clima social tenso. Todo esto, combinado con la posibilidad de una interna partidaria despiadada, puede corroer los cimientos de la gestión del gobernador Sapag.
GERARDO BILARDO
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