El ejército de Estados Unidos lanzó el jueves una vasta ofensiva antitalibán en la provincia afgana de Helmand (sur), bastión de los islamistas y gran productora de opio, en el marco de la estrategia del presidente Barack Obama para sofocar una creciente insurrección.
Decenas de aviones y helicópteros procedentes de distintas bases de las fuerzas internacionales en Afganistán descargaron poco antes del alba a unos 4.000 marines estadounidenses en el valle del río Helmand, en el corazón de la provincia homónima, anunciaron las fuerzas norteamericanas a periodistas invitados en una de sus bases del sur.
La operación Janjar ("puñalada" en dari o pashtún) es la ofensiva aerotransportada más importante del cuerpo de Marines desde la guerra de Vietnam, precisaron los comandantes.
Unos 650 policías y soldados afganos participan en esta primera fase de la operación, cuyo objetivo principal es garantizar la seguridad en la provincia de Helmand antes de la elección presidencial del 20 de agosto y restaurar la confianza en el Gobierno afgano, según los militares estadounidenses.
La violencia se intensificó en los últimos dos años en el país, a pesar de la presencia de casi 90.000 soldados extranjeros, y alcanzó récords absolutos en estas semanas, por lo que se temen ataques contra colegios electorales o campañas de intimidación para disuadir a los afganos de ir a votar, en particular en los bastiones rebeldes del sur.
"Janjar" es la mayor operación militar desde el anuncio por el presidente Obama, después de asumir el poder en enero, del envío de 21.000 soldados de refuerzo, sobre todo en el sur, para intentar aplastar la rebelión islamista.
Una flota de helicópteros descargó al alba, en algún lugar de Helmand, a unos 300 marines provenientes de un campo llamado Dwyer, informó un periodista de la AFP que los acompañaba. Su misión es vigilar una ruta estratégica y un puente y reunirse con los habitantes, explicó el capitán Junwei Sun, de 39 años, que comanda un batallón de Marines.
AFP