SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- La Cámara Segunda del Crimen de Bariloche comenzó a juzgar ayer a un hombre que reconoció haber efectuado varios disparos, presuntamente para frenar una agresión a su casa por parte de un grupo en el que se encontraba la víctima, con quien, además, habría intercambiado insultos antes del fatal desenlace.
El acusado es Sergio Quiñelén, de 31 años, a quien la fiscal Mirta Siedlecki le adjudica que en la madrugada del 8 de febrero último efectuó varios disparos con un arma calibre 9 milímetros contra Alejandro Martínez, y que uno de los proyectiles impactó en el hemitórax derecho de la víctima, entre la tetilla y la axila, perforándole un pulmón y ocasionándole la muerte por un shock hipovolémico.
Uno de los primeros en llegar al lugar para auxiliar al herido y prevenir al imputado fue un policía que ayer declaró en la audiencia y señaló a Quiñelén como la persona que había efectuado disparos.
Las autoridades policiales tomaron conocimiento del conflicto a las 0:40 de esa madrugada, pero la riña habría comenzado al menos media hora antes, con una discusión y el ataque a pedradas al domicilio de la familia Quiñelén, situado en cercanías de la esquina de Rivadavia y Sargento Oses, frente al barrio 170 Viviendas.
Mientras requerían una ambulancia al Hospital Zonal los uniformados debieron convocar refuerzos para contener al grupo que los enfrentaba y que continuaba atacando la casa de Quiñelén. Aparentemente estaban alcoholizados.
El joven que acompañaba a Martínez esa madrugada, Cristian Rodríguez, expuso que pasaron a pocos metros de la casa de Quiñelén cuando iban a comprar cigarrillos, que el imputado "los bardeó", que ambos se insultaron y que después de escuchar disparos advirtió que su amigo estaba caído. Reconoció haber arrojado piedras contra la casa del imputado, luego de ver a Martínez herido, y aseguró que quien había visto todo fue su esposa, a quien el tribunal trató de localizar sin suerte, y se vio obligado a suspender el debate para oír su testimonio.
La concubina de Quiñelén declaró sobre lo ocurrido y dijo no saber que su pareja había usado un arma de fuego. Sin embargo, aceptó que había esgrimido un machete, el que portaba cuando lo detuvo la policía. Todos los que declararon hasta ayer, salvo el imputado, fueron testigos parciales del suceso, y ninguno reconoció haber observado al acusado efectuando el disparo fatal. Hoy continuará el debate, cuando localicen y, de ser necesario detengan, a la testigo que el tribunal y las partes tienen interés en escuchar.