Lunes 29 de Junio de 2009 Edicion impresa pag. 5 > Nacionales
Cómo arranca el poskirchnerismo
Mientras seguían el recuento, popes del oficialismo planeaban un cambio de rumbo, más consenso y menos protagonismo de Néstor.

En el hotel donde se concentraron los hombres del gobierno, sólo había anoche una conclusión clara: una nueva etapa debe inaugurarse en la gestión K y en el Partido Justicialista.

¿Qué es lo que se demanda? un menor protagonismo de Néstor Kirchner en los dos años que restan de mandato de su esposa Cristina Fernández, y un cambio de gabinete.

A las dos de la tarde de ayer, malas noticias llegaron al búnker kirchnerista. El consultor "amigo" Artemio López, transmitía datos muy parejos en las bocas de urnas. El gobierno imaginaba una diferencia de más de 6 puntos (algo que después verbalizaría "Pepe" Albistur), y ya se preparaba para replantear la confrontación con los poderes a los que considera adversarios del "modelo", entre otros los medios de comunicación. El ímpetu del peronismo disidente y el fortalecimiento del Acuerdo Cívico y Social en el interior del país, dejó a Kirchner encerrado en la jaula bonaerense, donde estuvo lejos diferencia contundente como especulaba.Ni hablar de la derrota que se insinuaba anoche. Kirchner quedó seriamente herido como jefe del PJ, ya que abrió grietas con dirigentes de envergadura, como Carlos Reutemann y Juan Schiaretti, lo que se tradujo en una fragmentación imparable en Santa Fe y Córdoba, respectivamente.

Puertas adentros, un vocero del gobierno admitió que a duras penas Kirchner conseguirá comprar un boleto de gobernabilidad y para lo cual deberá dar pasos concretos a a una renovación de fondo, una idea de cuya dimensión se tendrá cuando estén los datos definitivos del escrutinio.

¿Qué es lo que se espera? En las próximas horas se produciría el alejamiento de Graciela Ocaña del Ministerio de Salud, tras lo cual habría una reestructuración que abarcaría la jefatura de gabinete y las carteras de Economía, Ciencia y Tecnología, Educación y Ministerio del Interior.

También se sincerarían y transparentarían los datos financieros (será clave sanear el INDEC) y se convocaría de manera urgente al sector agropecuario, principal responsable del desgaste del Poder Ejecutivo en el último año y medio. Los cambios de actitud deberían plasmarse en el Congreso de la Nación, ya que ahora sin una supremacía clara, el oficialismo, deberá sentarse a negociar y conciliar posiciones con los opositores.

No los podrá seguir ignorando.

El interior agrario de la provincia de Buenos Aires fue pragmático. Terminó volcándose en favor del empresario Francisco De Narváez, en desmedro de la radical Margarita Stolbizer y el Acuerdo Cívico, que se quedó con la batalla ética que instaló Elisa Carrió, licuada tras su traspié en Capital.

¿Qué hubiera pasado si en vez de un hombre rico y optimista como De Narváez, el kirchnerismo se hubiese encontrado a un aparato sólido que peleara voto a voto en territorios tan difíciles como La Matanza?

Anoche, los kirchneristas se preguntaban también como seguirá la convivencia entre Cristina y su vicepresidente, Julio Cobos, quien no es ya solo un claro opositor, sino un firme candidato para el 2011. Otro hecho insólito que supo construir la obstinación del kirchnerismo.

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