El negocio se hizo el viernes y aunque hubiera sido ideal clavar 2-2, Argentina se vuelve de tierras serbias muy conforme. Ayer los locales fueron muy superiores y ganaron 3-0, en Novi Sad, por una nueva fecha de la Liga Mundial de voley.
El conjunto dirigido por Javier Weber había dado el batacazo, pero ayer Serbia mostró todo su potencial, ese que lo llevó a ser uno de los cinco mejores equipos del planeta.
Argentina empezó muy mal. Sus errores no forzados, que totalizaron siete en el primer parcial, permitieron que los serbios sacaran una ventaja de 8-1 y mantuvieran una brecha que fue de 9 durante casi todo el set. Por eso no sorprendió el 25-15.
En el segundo, el sexteto criollo mejoró el saque, Nicolás Uriarte le cambió la cara y parecía que se venía la reacción.
Sin embargo, un par de decisiones polémicas inclinaron la balanza para el el local: se puso 22-21 con un bloqueo argentino que entró y el juez cobró en favor suyo y 26-25 con un bloqueo que incluyó una mano serbia en el campo argentino. El final, 27-25.
Argentina sintió el golpe y en el tercero se repitió la historia del arranque. Otro "hijo de", Facundo Conte, salvó las papas, pero Serbia se apoyó en la inagotable categoría del histórico Ivan Miljkovic, quien hizo 17 puntos y lideró al conjunto de Igor Kolakovic a una cómoda victoria. Los números del último parcial fueron claros: 25-19.
Con esto, Argentina quedó tercero en el grupo B, con 8 puntos, mientras que Serbia, ya clasificado a la fase final por el ser país anfitrión, es segundo con 10, uno menos que Francia. Completa Corea del Sur, con 7. El mejor equipo del grupo, sin tener en cuenta a Serbia, accederá a la ronda final.