Por primera vez en muchos años, el voto en Río Negro no se polarizó sino que los electores repartieron sus preferencias entre cuatro opciones. Esto permite hacer varias lecturas:
En principio, resulta interesante advertir que no existe en la provincia un voto "cautivo" o, al menos, que las adhesiones que durante años parecieron invariables pueden mudar cuando la propuesta de la dirigencia resulta opuesta al sentir de muchos.
Además, la derrota de la Concertación representa una lección para el gobernador Miguel Saiz, ya que el de ayer es el peor resultado electoral para el radicalismo rionegrino desde 1983. Nunca como ahora había obtenido menos del 30 % de los votos. Ni siquiera cuando fue elegido gobernador el propio Saiz en 2003, la más magra perfomance, con un 33% de los votos.
Para colmo, no sólo fue él quien designó candidato a Hugo Castañón -sin internas libres-, sino que dijo varias veces que esta elección parlamentaria serviría para plebiscitar su gestión al frente del Ejecutivo. Según los resultados, sólo uno de cada cuatro electores lo respaldó.
Seguramente lamentará haber jugado tanto capital político en defender una candidatura que los intendentes radicales y hasta la dirigencia radical de Bariloche le desaconsejaron.
La reflexión de Saiz deberá pasar también por su alineamiento con el kirchnerismo en momentos en que gran parte de la ciudadanía siente hastío por sus métodos.
En Río Negro, el 30 por ciento eligió otro kirchnerista -Oscar Albrieu-, y el restante 40% del electorado votó contra el gobierno nacional: algunos al ARI de Odarda, otros a la unión de partidos que propuso para el congreso a Omar Lehner.
El peronismo rionegrino también debe reflexionar ante este resultado. Sobre todo, si quiere capitalizar este ajustado triunfo.
En cuanto a liderazgos provinciales, el comicio fortalece al justicialista Carlos Soria por el triunfo en Roca, pese a que su candidato, Oscar Albrieu, no lució.
Magdalena Odarda es, sin duda, la principal ganadora, porque supo construir un liderazgo con poca ayuda externa y basado en su propio trajinar por la provincia. Eso le permitió pasar del 6,61 % que obtuvo en 2005 a este 24 % de ayer.
Otro triunfador es Lehner y el socialismo, porque en poco tiempo lograron ubicarse en una posición interesante.
En el oficialismo, quedan muy golpeados Saiz y quienes le aconsejaron perseverar en su alineamiento kirchnerista, además de Cascón, Bracalente, Rodríguez e Iribarren y, entre sus aliados, Weretilneck. Los únicos dirigentes que pueden exhibir triunfos son Ferreira y Mendioroz, aunque a éste seguramente le reprocharán lo que aportó al crecimiento de Odarda.
Desde hoy, quienes mejor lean la elección tendrán la palabra.