TEHERÁN.- Irán volvió a arremeter ayer contra Gran Bretaña al detener a ocho empleados locales de la embajada británica en Teherán "por su papel considerable en los disturbios" tras la reelección del presidente iraní Mahmoud Ahmadinejad, lo que Londres tildó de "acoso" e "intimidación".
Por otra parte, el vicepresidente de la Liga Iraní de Defensa de los Derechos Humanos, Karim Lahidji, denunció en París que, en 15 días, "más de 2.000 personas han sido arrestadas y se encuentran actualmente detenidas" en Irán y "hay cientos de personas desaparecidas".
Consultado por AFP, Lahidji precisó que las informaciones habían sido recabadas por las antenas de la FIDH en Irán, esencialmente a través de familiares.
Según la agencia Fars, que no citó fuentes, ocho empleados iraníes de la embajada británica fueron arrestadas por su "papel considerable en los disturbios" a raíz de las elecciones presidenciales del 12 de junio, que dejaron 20 muertos, añadió la agencia. "La embajada de Gran Bretaña ha desempeñado un papel importante en los recientes disturbios" que dejaron al menos 20 muertos, acusó el ministro iraní de Inteligencia, Gholam Mohseni Ejei, citado por la agencia IRNA. Ha "enviado a sus empleados locales entre los agitadores para servir sus propios intereses", añadió. El ministro británico de Relaciones Exteriores, David Miliband, declaró estar "profundamente preocupado" y calificó estas detenciones de "acoso" e "intimidación".
La Unión Europea (UE), por su parte, condenó en un comunicado estas detenciones y anunció que "el acoso y la intimidación del personal diplomático europeo recibirá una respuesta fuerte de la UE".
Estos arrestos se producen en momentos en que las relaciones entre Irán y Gran Bretaña son tensas, tras la acusación de injerencia británica que lanzó públicamente el guía supremo iraní, el ayatollah Ali Khamenei.
Teherán expulsó a principios de la semana a dos diplomáticos británicos y al corresponsal de la BBC en el país, Jon Leyne, acusado de apoyar a los manifestantes contra el poder.
En respuesta, Londres también anunció que expulsaría a dos diplomáticos iraníes.
Por su parte, Ali Khamenei condenó los "comentarios idiotas" de los dirigentes occidentales en reacción al pedido que hicieron los cancilleres del G8 (Italia, Gran Bretaña, Alemania, Francia, Estados Unidos, Canadá, Japón y Rusia) reunidos en Trieste (Italia) llamando al poder iraní a cesar la violencia y a respetar "el derecho de expresión". (AFP)