NEUQUÉN (AN).- La jornada cívica también se vivió tras las rejas de la Unidad de Detención 11 del Parque Industrial, donde unos pocos presos aprovecharon para cumplir con su derecho a elegir candidatos.
En la escuela de la cárcel se dispuso la mesa 199 que contó con un presidente y un fiscal que trabajaron bajo la custodia del personal penitenciario y el Ejército.
El acto eleccionario comenzó alrededor de las 9 porque la única urna asignada al penal se demoró en llegar pero esto no generó malestar porque detrás de los muros nadie tiene apuro.
De los 175 internos, alrededor de 60 están en condición de procesados lo que les permite sufragar ya que los presos con condena están impedidos de cumplir con este derecho.
Pero no todos los procesados estaban en habilitados de votar: el padrón sólo acreditaba a 37 de los cuales muchos, con voluntad de participar, no pudieron hacerlo debido a que sus familiares no les acercaron el documento.
De uno en uno los penitenciarios trasladaban esposados a los procesados que recuperaban el movimiento de sus manos antes de ingresar al cuarto oscuro y lo volvían a perder una vez que el voto caía en la urna.
Julio lleva dos años detenido en la U11 por un robo seguido de homicidio. En la actualidad su caso está en casación. Lejos de mostrarse escéptico respecto de las elecciones contó que es militante desde chico del MPN y que a pesar de su situación "aún confío en los políticos".
Otro de los votantes, Roberto, contó que el también lleva dos años detenido en el penal "por un homicidio en defensa propia. Yo soy el camionero que quisieron asaltar y maté a uno de los delincuentes y acá estoy". Roberto también tiene su caso en casación y aguarda tras las rejas que la Corte Suprema de Justicia de la Nación se expida. El hombre es uno de los presos a los que por su conducta se le permite realizar algunas tareas, entre ellas cuidar el pasto del penal.
"No me levanté inquieto por votar porque los políticos a mí no me dan de comer y suelen estar tan equivocados como la Justicia", señaló el camionero quien a pesar de ello eligió sufragar.
No todos los procesados habilitados pudieron votar. De los 37 empadronados cuatro emitieron su voto y dos se negaron a hacerlo argumentando no estar interesados y manifestando su desencanto frente a la clase política.
El proceso eleccionario en la cárcel concluyó antes del mediodía y después, para los presos, todo siguió como un domingo más.