NEUQUÉN (AN).- La Policía de Neuquén demoró ayer a un dirigente gremial que, según denunció un oficial de la fuerza, "lo arrastró entre diez y quince metros" cuando éste se disponía a labrarle una multa por estacionar en doble fila.

El hecho provocó un pequeño revuelo en la zona del bajo neuquino alrededor de las 11, pues el dirigente tras "arrastrar" al uniformado que terminó en el piso, se dio a la fuga y debió ser interceptado por una motocicleta de la Policía de Tránsito.

A la vez, tras la detención del dirigente, hubo una serie de llamados telefónicos que llegaron incluso al jefe de la Policía, Juan Carlos Lepén.

El secretario general del gremio de los petroleros, Guillermo Pereyra, llegó hasta la comisaría Segunda de Neuquén para interiorizarse de la situación de Rubén Micozzi, el dirigente del gremio de Comercio que fue el protagonista del incidente.

Pereyra dijo que le preocupó el caso porque conoce a Micozzi y que por la información que manejaba, las cosas "fueron de otra manera". De cualquier forma, Pereyra, muy tranquilo, dijo que se trató de una cuestión menor que "no justificaba la detención".

Una alta fuente de la comisaría Segunda dijo que Micozzi estaba en doble fila, frente a una zapatería de Perito Moreno al 310, cuando un oficial de Tránsito le pidió que circule. El dirigente se excusó y argumentó que esperaba a alguien, una mujer con un problema en las rodillas. Pero como al parecer la mujer llegó caminando sin problemas, el oficial le pidió el carné de conductor y demás los documentos del rodado. El hombre se negó y se dio a la fuga pero "arrastró" al policía, quien cayó al piso "lastimado en un dedo" y con daños en su equipo de radio. Ya en la calle Santa Cruz, el dirigente gremial fue interceptado y luego trasladado a la comisaría.

Como hubo lesiones denunciadas por el policía y también por el conductor del Ford Fiesta rojo, debió intervenir un médico que los revisó a ambos.