Tres mujeres de avanzada edad fueron robadas en distintos hechos ocurridos en Buenos Aires y en La Plata. Uno de los casos fue con la metodología del cuento del tío, y el otro con violencia.
Por un lado, una mujer de 83 años que había retirado 4.500 pesos y 4.000 dólares de un banco para tenerlos en su casa de Villa Devoto, porque había oído que iba a haber una "crisis económica", fue asaltada por un hombre que se presentó en su domicilio como responsable de la entidad, le dijo que le habían dado menos plata de la que le correspondía y cuando le pidió contarla huyó con el dinero.
El hecho se inició a las 14, cuando la mujer de nombre Noemí concurrió a una sucursal del banco Macro cercana a su domicilio de la calle Asunción 3757 para retirar todos los ahorros que tenía en su cuenta.
Los voceros dijeron que allegados a la mujer la habían convencido de que iba a ocurrir una "crisis económica" en el país y, pensando en el "corralito" de 2001, decidió guardar el dinero en su vivienda, donde vive sola.
Cerca de las 16 sonó el timbre en la casa de la mujer y cuando atendió se presentó un hombre muy bien vestido y con un maletín en mano, que dijo ser representante del banco Macro.
El desconocido le comentó a la mujer que había habido un error en la operación que había realizado y le habían dado menos dinero del que le correspondía.
Sin desconfiar, la mujer entregó la plata al sujeto, quien comenzó a contar uno por uno los billetes hasta que, cuando estaba por finalizar, huyó a la carrera.
Por otra parte, dos hermanas jubiladas fueron asaltados en su casa de la ciudad de La Plata por dos delincuentes encapuchados que destrozaron varios ambientes de la vivienda y robaron dinero, celulares y ropa.
El hecho ocurrió el jueves en una casa ubicada en las calles 120 entre 63 y 64 de La Plata, donde viven dos jubiladas de 82 y 84 años que realizan reformas en el piso superior de la vivienda.
Según pudieron determinar los investigadores, dos hombres encapuchados, uno armado con un revólver y el otro con un machete, ingresaron a la propiedad con intenciones de robo.
Una vez dentro, los ladrones sorprendieron a los dos obreros que trabajaban en la planta alta de la casa y, luego, amenazaron a las mujeres que se hallaban descansando cada una en su cama.