CIPOLLETTI (AC).- Un "patovica" de esta ciudad fue condenado a un año y medio de prisión en suspenso por haberle provocado lesiones graves a un menor de edad.
El hecho ocurrió el 7 de mayo de 2006 a la salida de un local bailable ubicado en San Martín casi Mengelle de Cipolletti.
Según la acusación por la que llegó procesado a juicio, Manuel Garrido, por entonces un empleado de seguridad del lugar, "sin ningún tipo de explicación o motivo", le dio un golpe de puño en el rostro a un joven "provocándole lesiones en el maxilar inferior". A causa de la agresión, el adolescente sufrió una fractura.
En su alegato, el fiscal de Cámara Ricardo Maggi había pedido 1 año y 8 meses de prisión en suspenso para el imputado. Maggi consideró "contundente" el relato del joven herido, que identificó al agresor.
Tuvo en cuenta el relato de un testigo que aseguró que eran "absolutamente intrascendentes" los motivos por los que estaban gritando en el exterior del local, que ya había cerrado en ese momento. Dijo que Garrido fue al lugar donde estaban los jóvenes y golpeó al menor, que sufrió fractura del maxilar inferior. "Sin ninguna necesidad, pues no se verificó gresca anterior ni provocación, Garrido agredió con violencia inusitada", afirmó Maggi.
La defensora oficial Verónica Garrido había pedido la absolución por el beneficio de la duda, pero la Cámara Primera del Crimen de Cipolletti, por unanimidad, consideró "acreditado" el hecho.
"Estimo justo imponerle la pena de un año y seis meses de prisión, pues como destacó la Fiscalía de Cámara, se trata de una persona cuya función laboral es esencialmente proveer seguridad a los concurrentes a lugares de diversión entre los que se encontraba la víctima aún cuando el suceso se produjo momentos después de su desalojo y cuando no medió, como quedara dicho, motivo alguno para su intervención", opinó el juez Álvaro Meynet, el primero en votar. Jorge Bosch y Daniel Drake coincidieron.
Los camaristas merituaron a favor, entre otros datos, que el procesado no tenía antecedentes penales. Además de la pena en suspenso, le impusieron reglas de conducta por dos años.