El primer ministro italiano reconoció que no aspirará a la presidencia de Italia, tras las constantes denuncias que recibió este año primero por infidelidad, luego por sus fiestas con chichas desnudas y finalmente por incitar a la prostitución
El viejo sueño de Silvio Berlusconi de alcanzar la presidencia de la República se esfumó bajo el torrente de los escándalos sexuales.
El propio primer ministro verbalizó el martes esa idea al proclamar lo siguiente: "Para el Quirinal (Palacio de Gobierno) tenemos a Gianni". Se refería a Gianni Letta, su vicepresidente.
La imagen se completa con la entrevista de Berlusconi a Chi, una revista de su propiedad.
En ella, además de decir que no sabía que Patrizia D´Addario fuera una prostituta, y de calificar al reclutador de jóvenes Gianpaolo Tarantini como "amigo estimado y empresario serio cuya presunción de inocencia debe ser respetada", Il Cavaliere responde a una pregunta sobre su sucesión y afirmó: "No soy un monarca, no designaré sucesor. Será alguien que elija el pueblo".
Así la derecha italiana ve abierta la hipótesis del mareante futuro sin Berlusconi. Como dijo António di Pietro, la agonía del Cavaliere no puede durar hasta el 2013, y los coroneles del Pueblo de la Libertad (partido gobernante) toman posiciones y afilan ya las armas.
El mejor colocado parece Giulio Tremonti, ministro de Economía. Otro sería Letta, como conductor de un Gobierno técnico. Mario Draghi, presidente del Banco de Italia, mantiene pésimas relaciones con Berlusconi, fue señalado como conspirador.
Otra denuncia
El grupo editorial italiano L´Espresso, propietario del diario La Repubblica, anunció ayer que denunciará a Berlusconi por invitar a los empresarios a no dar publicidad al conocido rotativo de la oposición.
La Repubblica, segundo diario con más tiraje de Italia, viene dando amplia cobertura a las controvertidas fiestas privadas de Berlusconi con bellas jóvenes y prostitutas de lujo.
(AP y DPA)