Miércoles 24 de Junio de 2009 Edicion impresa pag. 26 > Salud
Los alimentos funcionales, la nueva tendencia
Se los diseña y promociona con algún beneficio específico para la salud. Son importantes los procesos industriales por los que se modifican. Cuáles son.

Alimentos "funcionales" son aquellos elaborados y promocionados por la industria que incluyen el agregado de algún componente con algún beneficio específico científicamente demostrado para la salud. Para ello, se les incorporan componentes biológicamente activos, como minerales, vitaminas, ácidos grasos, fibra, antioxidantes y otros. No son medicamentos, ni mucho menos soluciones mágicas: esos beneficios, en todo caso -el refuerzo de las defensas inmunológicas, el aporte de algún mineral o vitamina adicional, el efecto protector respecto de alguna enfermedad, etcétera- sólo tienen efecto a largo plazo, y siempre como parte de un hábito o plan general de alimentación sana y equilibrada.

Lo cierto es que la industria de alimentos desarrolla cada vez más esta faceta, y que cada vez es mayor el consumo de "alimentos funcionales". Hoy existen más de 6000 trabajos originales sobre alimentos funcionales, pero su concepto y alcance son motivo actual de controversia científica y de discusiones regulatorias en todo el mundo. Este debate tiene consecuencias que se proyectan sobre un mercado hoy valorado en más de 63.000 millones de dólares, que se estima que se duplicará hacia finales del 2010, según el Global Market Review of Functional Foods.

Durante la reunión anual de Ciencia y Tecnología "Alimentos y salud: alimentos funcionales", el doctor Esteban Carmuega, pediatra y coordinador del grupo de Alimentos Funcionales de la SAN, afirmó que "el futuro de la alimentación es insertarse cada vez más como parte de un estilo de vida saludable. Nos enfrentamos con desafíos inéditos en la historia del hombre: la vida en grandes orbes, alcanzar edades en promedio más altas, menor actividad física, obesidad, diabetes con magnitudes epidémicas y otras". "Los alimentos funcionales -advierte Carmuega- no reemplazan, sino que complementan las medicaciones. Por ejemplo, la incorporación de aceite de oliva en la alimentación de una persona con riesgo cardiovascular aumentado no reemplaza, sino que complementa el uso de aspirina."

De diferentes tipos

En la Argentina no existe aún una regulación legal para los alimentos funcionales. El doctor Alfredo Calvelo, miembro de la ANCEFN, comentó que el punto de partida para los alimentos funcionales está constituido, fundamentalmente, por "los avances en el conocimiento del metabolismo de los distintos nutrientes y de los principios activos utilizados". Sin embargo, gran parte de los alimentos funcionales de que se dispone en la actualidad tienen incorporada un importante componente tecnológico producto de los desarrollos a nivel industrial.

Entre las distintas modalidades de obtención de alimentos funcionales, se pueden mencionar los alimentos naturales con uno de sus componentes realzado a través de condiciones especiales de cultivo o crianza. Por ejemplo, la crianza del ganado a pastoreo que mejora la composición de los ácidos grasos de membrana de los animales versus los que han crecido en feed-lot.

Hay también alimentos en los que se ha modificado el proceso de industrialización para mejorar su función. Por ejemplo, la modificación de la forma de cocción de un cereal para disminuir su índice glucémico.

Otros son los que tienen componentes añadidos para proveer beneficios específicos. Por ejemplo, una margarina, leche o un yogur con fitosteroles.

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