Miércoles 24 de Junio de 2009 Edicion impresa pag. 44 > Cultura y Espectaculos
Entre Quijote y el rey

Durante su exilio títeres y titiritero realizaron una nueva gira en carromato, en uno del año 1700, siguiendo las huellas de un antiguo personaje de similar pasión por la aventura: el Quijote de la Mancha. La mula Montañesa arrastró esta nueva versión de La Andariega por los caminos manchegos, partiendo de Armagasilla, donde supo escribir las primeras páginas de su obra maestra Miguel de Cervantes, estando preso por deudas o por piropear a una joven, para seguir por Tomelloso y los pueblos de molinos al viento que había recorrido el Caballero de la Triste Figura.

De retorno en la gran urbe madrileña, Javier Villafañe fue recibido por el rey Juan Carlos. El titiritero admitió ante el monarca que era la primera vez que tocaba a un rey de verdad, a pesar de haber manejado en su vida muchos reyes, princesas, diablos y ángeles. "Es mi oficio, su majestad", dijo el titiritero. El rey, que algo intuía también de los avatares del oficio de su interlocutor, le dijo al despedirse que como seguramente no poseía coche, le ofrecía el suyo, con su chofer, para salir de La Zarzuela. Villafañe le pidió al conductor pasar por el barrio tocando bocina, para que los amigos lo vieran convertido en personaje real, pero era la hora de la siesta y ninguno vio esa escena. (DPA)

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