Miércoles 24 de Junio de 2009 Edicion impresa pag. 32 > Policiales y Judiciales
Crimen de Nadia: dos testigos parecen saber más
Ayer declararon seis personas en el juicio por el asesinato de la joven de Villa Regina. Dos de los testimonios más esperados terminaron diluidos en cuestionadas incertidumbres.

ROCA (AR).- De los seis testigos que declararon ayer en el juicio por el asesinato de la joven reginense Nadia Hidalgo, al menos dos llamaron la atención del tribunal y del fiscal Edgardo Rodríguez Trejo, quien opinó que "parecen saber más de lo que dicen". Pasadas las 9 comenzó el juicio oral, en el que se juzga a Iván Garrido como presunto autor de las puñaladas que mataron a la joven y a Natali Carrillo como supuesta encubridora.

El primero de esos testigos fue Walter Cañuqueo, de 27 años, amigo de la víctima y de su madre, la cual al momento del crimen estaba internada. "Esa noche andaba dando vueltas y escuché música en la casa. Toqué, me abrió Nadia, me hizo pasar y me sirvieron un vino", comenzó relatando. Según su testimonio, era la 1:30 de la madrugada del sábado 2 de febrero de 2008, la noche en que la chica de 17 años fue asesinada en su casa del barrio San Martín.

"Estaban Natali, Iván, ´el Negrito´ Zamú y otro muchacho que yo no conocía", dijo. Este último era Walter Quijón, amigo de Nadia, con quien la jovencita estaba iniciando una relación.

Los "baches" en su relato sobre lo que ocurrió después de su partida despertaron la atención del fiscal de Cámara.

"Me fui y me encontré con Jano (hermano de Iván). Fuimos a su casa (en el mismo barrio San Martín) a buscar plata para comprar cerveza; Jano sube (al departamento) y en eso suben también Iván y Natali, apurados", relató el joven. Finalmente él y Jano salieron caminando rumbo al comercio. "Cuando íbamos nos alcanza en un taxi Adelina (madre de Iván). Iba con Iván y ahí nos dice que habían matado a Nadia. Estaban nerviosos. La madre dijo que había sido Natali".

Aun sabiendo lo que había ocurrido con su amiga, Cañuqueo declaró que siguió su recorrido, volviendo tiempo después a la casa de Jano, donde ya estaba de nuevo la madre de éste. "Me tomé con ella un vaso y medio de whisky. Después me dieron plata para ir a comprar más para tomar. Tres veces me dieron 100 pesos", dijo.

Primero aseguró ante el tribunal que en esas horas en la casa de los Garrido "no se habló del tema de Nadia". Pero después admitió lo contrario: "la madre de Iván me dijo que no dijera nada de que yo había estado con él en lo de Nadia ni que lo había visto a la mañana porque Iván estaba prófugo... yo ya estaba medio borracho, después me dormí y me desperté en la comisaría", declaró. Luego, también reconoció que se había cambiado la remera que llevaba puesta "porque Jano me lo pidió; por las dudas, porque habíamos estado en el departamento de Nadia".

"Hay muchas cosas que llaman la atención y que no se explican como debe ser ¿Cómo puede ser que usted no haya preguntado qué pasó con su amiga?", interrogó el juez Juan Rotter. "Usted parece saber más de lo que dice", agregó luego Rodríguez Trejo. Afectado por esas afirmaciones, Cañuqueo reaccionó: "¿Qué más quieren que les diga? Es todo lo que sé".

La declaración de Walter Quijón también despertó interrogantes en los jueces. Tras haber pasado parte de la noche con la víctima y los imputados afirmó que se fue alrededor de las 4:30 de la madrugada y que se enteró de lo ocurrido a la noche siguiente, cuando regresó de trabajar. "Me puse mal, nervioso, asustado; tenía miedo de que me dijeran algo los parientes de Nadia", declaró.

Otros jóvenes del barrio San Martín declararon ayer: Celia Salazar, Jésica Valencia (cuñada de Iván) y Cristian Fuentes (a quien Natali habría confesado que "estaba metida en un problema"). También estuvo Salustiano Mora, quien la madrugada del hecho afirma haber escuchado a Natali cuestionar a Garrido diciéndole "¿Para qué te metiste?".

El juicio continuará el próximo 3 de julio con más testimonios.

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