La Fiscalía de San Martín pidió reclusión perpetua efectiva para el ex responsable de Institutos Militares de Campo de Mayo Santiago Riveros y otros cinco supuestos represores, por haber torturado hasta la muerte a Floreal "Negrito" Avellaneda, un militante comunista de 15 años que fue asesinado por la última dictadura, en 1976.

Pero el Ministerio Público reclamó que, en caso de no ser condenados a esa pena máxima, los jueces de San Martín Lucila Larrandart, Marta Milloc y Héctor Sagretti les apliquen a los acusados penas de entre 15 y 25 años de cárcel por los diferentes roles que cumplieron en el crimen.

La Fiscalía remarcó "el mecanismo perverso desplegado por los causantes, quienes dispusieron con brutal sadismo y cobardía la imposición inhumana de tormentos a un menor de 15 años de edad y a su madre, a quien deliberadamente se colocó de manera tal que pudiera escuchar los gritos de pánico y dolor del menor a quien luego se ultimó de manera premeditada y alevosa".

Los fiscales Marcelo García Berro, Juan Murray y Javier De Luca calificaron el crimen como "homicidio agravado con alevosía" por haber perpetrado tormentos calificados, que incluyeron el empalamiento del chico, robo en banda y allanamiento sin orden judicial de la casa familiar.

Los funcionarios judiciales advirtieron que "una forma de decirles a los ciudadanos que viven bajo el amparo de un sistema jurídico es que los hechos que los damnificaron no nos resultaron indiferentes; que a diferencia de los violadores que les negaron su dignidad, el Estado de derecho los considera personas y que por ello se hace cargo de lo que les ocurrió", se sostuvo.

En ese marco, los acusadores del Estado pidieron la reclusión perpetua para Santiago Riveros, ex comandante de Institutos Militares de Campo de Mayo, y Fernando Verplaetsen, jefe de Inteligencia del Comando de Institutos Militares. También exigieron esa pena para Osvaldo García, a cargo de la Escuela de Infantería de Campo de Mayo; César Fragni y Raúl Harsich, quienes se desempeñaban en ese establecimiento, y Alberto Aneto, ex oficial de la Policía Bonaerense.

Floreal "Negrito" Avellaneda, de 15 años y militante de la Federación Juvenil Comunista (FJC), y su madre, Iris Pereyra, fueron capturados el 15 de mayo de 1976 por una patota de militares.

Llevados a la comisaría de Villa Martelli, madre e hijo fueron sometidos a picana eléctrica, submarino seco y golpes.

Una semana después la mujer fue trasladada al centro "El Campito", en Campo de Mayo, pero al chico lo habían matado durante las torturas de empalamiento a la que lo sometieron.

Su cuerpo, arrojado al Río de La Plata, recién apareció un mes después, justo el día en que iba a cumplir 16 años, y pudo ser identificado muchos años más tarde.