Martes 23 de Junio de 2009 Edicion impresa pag. 24 > Internacionales
Sarkozy no quiere el burka musulmán en Francia
Lo consideró un símbolo de sometimiento de la mujer

PARÍS.- En el primer discurso de un presidente francés ante las dos cámaras del Parlamento desde 1848, el presidente Nicolas Sarkozy se pronunció ayer en contra del uso del burka en Francia, anunció cambios en su gobierno, y defendió el desborde del déficit del Estado.

En relación a una posible prohibición del burka en el país, la túnica utilizada por las musulmanas para cubrirse de la cabeza a los pies, Sarkozy lo consideró un signo de sometimiento y represión de la mujer, algo que no gusta ver en Francia, dijo.

"El problema del burka no es religioso, sino un problema de libertad y de dignidad de la mujer".

Sus comentarios se refirieron a la comisión parlamentaria que investigará el uso del burka en el territorio francés.

El mandatario afirmó que esta comisión, creada la semana pasada mediante una resolución que recibió el apoyo de más de 80 diputados, es el camino correcto para seguir ocupándose del tema.

En su discurso el presidente también se comprometió a implementar medidas de acción afirmativa para reducir la desigualdad social. "¿Quién no se da cuenta que nuestro modelo de integración ya no funciona?," dijo Sarkozy.

"Para lograr la igualdad tenemos que darles más a quienes tienen menos." El tipo de acción afirmativa impulsada por el presidente se basaría "no en criterios étnicos sino en criterios sociales," según sus palabras. Sarkozy ya había jurado tomar medidas de acción afirmativa en julio de 2008, cuando el presidente estadounidense Barack Obama visitó Francia como candidato presidencial.

Esta idea, sin embargo, se encontró con la resistencia generalizada de la oposición. El proyecto a favor de la igualdad tendrá una "prioridad alta" para su nuevo gobierno, dijo Sarkozy, tras agregar que los cambios ministeriales se anunciarán el miércoles.

El ministro de Agricultura, Michel Barnier, y la ministra de Justicia, Rachida Dati, lograron un escaño en el Parlamento Europeo en las elecciones del pasado 7 de junio, por lo que salen del gobierno.

Tras el éxito en las europeas de los Verdes, que disputaron incluso el segundo puesto a los socialistas, se esperaba que el presidente diera señales favorables a una política medioambiental en un nuevo gabinete.

Candidatos ideales serían mujeres jóvenes procedentes de familias inmigrantes con vínculos con partidos de izquierda o verdes, señalaron los analistas. En su discurso, el presidente anunció la introducción de un impuesto medioambiental (impuesto al carbono). Si bien en la primera parte de su discurso Sarkozy sonó como un reformista social de izquierda, la mayor parte de su discurso estuvo dedicado a la crisis financiera.

Retomó sus temas favoritos, la reducción del gasto público y la reforma de la burocracia del país. La reforma de las pensiones se definiría a mediados de 2010, dijo, incluyendo un aumento posible de la edad jubilatoria. (AFP)

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