BAGDAD.- Ataques con bombas y a tiros dejaron ayer al menos 33 muertos en Irak, entre ellos alumnos secundarios, en medio de un espasmo de violencia antes de la retirada estadounidense de las áreas urbanas.

Los ataques elevaron a más de 100 la cifra de víctimas civiles en tres días, y analistas dicen que la violencia genera dudas sobre la capacidad de las fuerzas iraquíes de mantener la seguridad sin la colaboración del ejército estadounidense. Las tropas de combate norteamericanas ya comenzaron a mudarse de destacamentos dentro de las ciudades a grandes bases en las afueras de Bagdad y otros centros urbanos. Los niveles generales de violencia en Irak se mantienen relativamente bajos, pero las autoridades del país advierten que la insurgencia probablemente multiplique sus ataques para tratar de erosionar el apoyo público al gobierno. (Télam SNI)