Martes 23 de Junio de 2009 Edicion impresa pag. 23 > Internacionales
Eligen a un conservador para reformar el Parlamento británico

LONDRES.- La Cámara de los Comunes, cámara baja del Parlamento británico, eligió ayer como presidente al conservador John Bercow, que se comprometió a "reformar" un un órgano legislativo golpeado por el escándalo de los gastos abusivos de los diputados.

En el tercer día de votación, que por primera vez ha sido secreta, el diputado por la circunscripción de Buckingham (norte de Londres) logró 322 votos contra 271 de su último rival, Sir George Young, de 67 años.

Los diez candidatos que pugnaban por el puesto de presidente fueron compareciendo uno tras otro ante la Cámara pronunciando breves discursos para defender su candidatura. John Bercow, de 46 años, era el favorito pese a haber sido criticado por su edad y falta de apoyo en las filas de su propio partido conservador, algunos de cuyos miembros lo acusan de defender posiciones demasiado cercanas a los laboristas en el poder.

Su nombramiento aún debe ser confirmado por la reina Isabel II para poder convertirse oficialmente en el 157º speaker de los Comunes. Lo que no le impidió tomar asiento como speaker para oficiar por primera vez, haciendo uso de la palabra para luego cedérsela a los jefes de los principales partidos.

La elección del nuevo "speaker" fue motivada por la dimisión histórica -la primera desde 1695- del anterior presidente, Michael Martin, obligado a abandonar el puesto por su gestión juzgada desastrosa del escándalo de los gastos abusivos de los diputados, uno de los más importantes de los últimos años en Gran Bretaña.

Desde hace más de un mes, la prensa desgrana los abusos cometidos por gran parte de los 646 diputados con este sistema legal, que incluye el reembolso de gastos relacionados con una residencia secundaria, pero considerado demasiado generoso e incluso laxista. Algunos parlamentarios presentaron como gastos los intereses de préstamos ya vencidos o la renovación de propiedades que vendieron a continuación a precio elevado logrando fuertes beneficios, en ocasiones sin tan siquiera pagar los impuestos sobre las rentas inmobiliarias. La prensa se ha mofado en especial de algunos gastos absurdos financiados por los contribuyentes: un pintalabios, comida para perros, una taza de baño o una caja de fósforos. (AFP)

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