BELISLE, Río Negro.- La producción de pasturas es una actividad muy difundida en la zona y que en los últimos años ganó más hectáreas en producción debido a las variables económicas reinantes y a la necesidad de pasturas en gran parte del país debido a los cambios climáticos.
Aquí se producen tanto semillas de alfalfa, como fardos y rollos, para comercialización y para alimento de ganado propio. A su vez, como parte del programa de recuperación de suelos luego de producir cultivos anuales como tomates o cebollas, cada año, se suman nuevas tierras a la producción de alfalfa.
En el marco de los grupos de Cambio Rural, que tiene el INTA, hay uno dedicado a alfalfa, que es coordinado por la ingeniera agrónoma Carla Roveglia, especialista en pasturas. “Funcionan tres grupos de ocho productores cada uno, dos están integrados por productores de semilla de alfalfa y el restante por productores de fardos. Con ellos recorremos las chacras, vamos detectando cuales son las dificultades y realizando distintas experiencias en siembra, fertilización o ensayos con herbicidas en cada campo, dejando áreas testigos de producción sin esas aplicaciones, para que cada uno pueda apreciar las diferencias y así poder optar”, explicó la ingeniera Roveglia.
Este grupo de agricultores tienen mucha experiencia en el cultivo de alfalfa pero a su vez inquietudes sobre como mejorar la calidad y el rendimiento por hectárea, por lo que se está trabajando básicamente en la incorporación de nuevas tecnologías.
El mes pasado, varios productores junto a la técnica que los asesora, viajaron a la provincia de San Juan, para contactarse con agricultores de esa región y ver las experiencias desarrolladas en torno al cultivo. De esta forma, pudieron evacuar dudas y expectaciones en el mismo lugar. Una de las novedades que más les impactó fue la utilización de riego por goteo para este tipo de producción, y las ventajas que acarrea.
Las perspectivas para la producción de alfalfa son muy buenas en el corto plazo, pero ante la disminución del stock ganadero que se está dando en el país, es necesario ajustar los números, por si caen las ventas. Por ello, en una jornada que se realizó la semana pasada, se estuvo analizando las cuestiones del costo de producción, para ver en qué cosas se puede realizar algún ajuste o qué inversión es necesaria para mejorar el rendimiento y así garantizar la rentabilidad.
“El objetivo primordial de los grupos es acompañar al productor en todo el desarrollo de su siembra, por ello estamos cambiando la metodología de trabajo y vamos a recorrer en forma constante sus campos, buscamos estar más conectados con el medio y cubrir todas las áreas, por ello trabajamos en forma interdisciplinaria con los otros grupos y los otros técnicos, de forma tal de poder atender todas las necesidades técnicas existentes”, explicó la ingeniera Roveglia.
La mayoría de los productores de alfalfa tiene entre doce y doscientas hectáreas en producción, en el caso de los integrantes del grupo de Cambio Rural. Entre las innovaciones están indagando en la utilización de fertilización, distintos tipos de siembra, el control de malezas e insectos, los distintos tipos de riego y utilización de nueva maquinaria tanto para enfardar como para enrollar.
Fuente: "NOTICIAS DE VALLE MEDIO"