No es la primera vez que Héctor Fernandes es señalado como el hombre que mandó matar al editor periodístico de Trelew Ricardo Gangeme, en mayo de 1999. A horas del crimen, el primer allanamiento se hizo precisamente en su casa. Es que Gangeme investigaba a Fernandes en su periódico "El Informador Chubutense" y cuatro días antes de morir denunció que éste lo había amenazado de muerte.
Ahora, en la reactivación de la causa, el testigo José Luis Vera reinstala ante la Justicia la hipótesis de que fue el ideólogo del asesinato, y menciona a una "banda policial" como partícipe. Pero específicamente señala a un policía como ejecutor del balazo, que él y otro testigo vieron en las cercanías del crimen. Es el mismo policía que, tiempo más tarde, intervino en la producción de programas (policiales, deportivos, etc.) que se emitían en televisión y últimamente en la radio de Fernandes.
Empresario con poder en Chubut, sobre todo en la etapa de la gestión del radical Carlos Maestro, Fernandes es -junto a su hermano Orlando- dueño del denominado Grupo Fernandes que tiene un corralón de materiales de construcción, una cerámica, negocios inmobiliarios, una radio AM y barcos pesqueros.
El caso Gangeme no es la única preocupación de Héctor Fernandes. Él y su hermano, junto a ex directivos del Banco del Chubut, están siendo juzgados como principales imputados de la "Megacausa". Se trata de la investigación por los supuestos delitos de administración fraudulenta en operaciones de créditos millonarios y giros en descubierto en cuentas corrientes sin garantías ni avales. Las audiencias llevan ya nueve meses y pronto vendrá la sentencia.
Investigaciones periodísticas vincularon también a Fernandes en un negocio de tierras precedido de un doble crimen en el cordillerano pueblo de Epuyén en abril de 1997: el de Verónica Schutoff (70) y su hijo Esteban Cseh (41), dueños del campo de 1.000 hectáreas que luego compró Fernandes junto a su amigo Carlos Spadone, conocido empresario en el país. Spadone era, una década atrás, dueño del diario "Jornada" de Trelew donde inicialmente trabajaba Gangeme y de donde se lo echó.
Fernandes aceptó hablar con "Río Negro" del caso Gangeme. Este diario lo entrevistó al filo de la medianoche de una de las jornadas más intensas del debate oral por la "Megacausa" que se realiza en el Teatro Verdi. Se prestó a responder "de todo" en su corralón, acompañado de su abogado, el rionegrino Oscar Pandolfi, aunque también del periodista local Hugo Vidal, empleado de Fernandes en su radio. Vidal es mencionado por el testigo Vera como la persona que le ofreció dinero de Fernandes para hacerlo callar hace unos años.
En la entrevista, Fernandes se declara ajeno al caso Gangeme. Niega todo: que haya amenazado al editor, que haya sido investigado por él y que lo mandara matar. Asegura no conocer al policía señalado por Vera de ejecutor del crimen, pese a que, en cambio, el periodista Vidal admitió en la entrevista que es su "amigo" y que "está en su casa", cuando policías que siguen sus pasos lo perdieron de vista.
- ¿Usted mandó matar a Gangeme? El testigo Vera pidió a la Justicia que se lo investigue.
- No. Primero, desconozco totalmente lo que dijo Vera; segundo, no lo conozco a Vera; y tercero, no tengo absolutamente nada que ver con el tema de Gangeme. Cuando fue el asesinato, el primer lugar donde se hizo un allanamiento fue en mi casa. El juez Minatta y el fiscal Vázquez Pellegrini me revisaron todo.
- Cuatro días antes del crimen el propio Gangeme denunció que usted lo amenazó de muerte.
- No fue así. El sábado a la noche yo fui con mi señora y mis hijos a la confitería Victorio, que era de mi propiedad. El señor Gangeme iba con el señor Barreto. En el instante en que voy a entrar, él se viene hacia la camioneta. Es más, yo ni me bajé, y él me dice una serie de cosas. Ahí nomás terminó el incidente, porque se corrió y él siguió. Y después fue (a la comisaría) y dijo que yo lo había amenazado. Yo no lo amenacé.
- ¿Pero qué le dice cuándo se le acerca?
- Me dijo "qué te pensás" o "qué querés" con una actitud así... y yo bajé el vidrio y le dije: "por favor seguí" y él siguió con la otra persona e hizo la denuncia de que lo había amenazado.
- Pero él le estaba siguiendo los pasos; lo investigaba a usted.
- No. No es así. No es que él investigó, bajo ningún punto de vista. Él fue empleado del señor Carlos Spadone en el diario Jornada. Carlos fue socio mío en una estancia que teníamos en la Cordillera, de la cual yo le vendí mi 50%. Es decir que él era empleado de Jornada. Él se retira de Jornada... lo echa Spadone...
- ¿Gangeme lo increpa?
- Él viene a increparme a la camioneta.
- Y usted lo increpa también.
- No. No le digo nada. Yo estaba con mi señora...
- ¿Entonces, de dónde sale la amenaza denunciada?
- Y bueno... Él fue e hizo la denuncia. Yo fui y dije que no pasó.
- Insisto: Gangeme estaba escribiendo sobre usted.
- No. Le voy a decir bien claro. Él estaba escribiendo noticias atrasadas de hace dos años atrás, que era el tema de la Cooperativa Eléctrica de la que ya habían escrito otros medios, porque había una denuncia en la cual después fuimos sobreseídos todos. Gangeme escribía lo que ya escribieron los demás: la cuestión de las facturas conformadas. En aquellos años, vendimos facturas conformadas. Usted iba al banco con la factura al contado por mercadería, descontaban los intereses, que había que poner en la factura conformada; entonces capaz que lo que costaba 10 pesos aparecía en la factura conformada 8 pesos, pero los 8 pesos se los llevaba el banco por los intereses.
- Pero se habló de sobreprecios del 2.458%. Mucho, ¿no?
- No. Le digo supuestamente...
- Pandolfi (interrumpe): En el fallo se analizaron seis pericias y las conclusiones fueron una pelotudez grande como una casa. El juez tiene un equilibrio bárbaro y demostró pericia por pericia la mala fe del único perito, Malvárez. Y tras esa investigación surgió que en la cuenta corriente -como las facturas son anticipadas- en realidad el corralón le debía 110.000 en materiales de una venta de tres millones. Esta es la demanda que hace la Cooperativa. Fernandes le entrega los materiales y la Cooperativa desiste de la acción.
- Fernandes: ¿usted era amigo de Gangeme?
- Sí, señor.
- ¿Muy amigo?
- Bueno... muy amigo no.
- ¿Cómo, si pasaban las fiestas de Año Nuevo juntos?
- Bueno sí... Acá Gangeme estaba solo con su señora y su hijo. Yo de Gangeme no le puedo decir nada, porque con nosotros siempre estuvo bien. Y cuando él se retira del diario "Jornada", yo le dije: "lo mejor que podés hacer es ir a Buenos Aires, juntate con Spadone y ponete de acuerdo con él, trabajaste 20 años con él".
- ¿Usted lo conoció a Spadone por Gangeme?
- Spadone venía cada dos o tres meses. No lo conocía a Spadone. Lo conocí un día en Victorio Café, ahí me lo presentaron.
- ¿Conocía a la esposa de Gangeme?
- Sí ella manejaba la radio acá, una FM, frente a Victorio.
- ¿Era suya la radio?
- No. Yo tengo Radio Tres.
- ¿No tenía un cable?
- Tenía una productora. Supercanal (de Manzano) me cedió la producción del noticioso en Madryn, Trelew, Viedma, Comodoro y Ushuaia. Después nos presentamos a una licitación y ganamos. Así tuve la AM: la 780.
Policía haciendo radio
- Ya que habla de la productora: una de las personas que está siendo mencionada en la causa Gangeme como presunto autor del disparo es un policía de apellido Grenillón.
- No lo conozco.
- ¿Lo conoce, usted, Vidal?
- Vidal: Es amigo mío.
- Fernandes: Digamos que lo conozco... él trabajó en la productora para los programas... ¿me entiende? A ver... quiero explicarle. Por ejemplo, nosotros hacíamos los noticiosos. En el noticioso como empleado nuestro no trabajó. Ahora, él trabajaba si había un programa automovilístico, gauchesco. Pero lo contrataba otra persona.
- ¿Un policía (que era mencionado entre los sospechosos) haciendo radio?
- Vidal: Él no es policía; es para que lo aclares. Él trabaja fuera de la parte seguridad, él está en el taller de la Policía, no porta armas ni nada por el estilo...
- Pero tiene rango policial.
- Sí, él es ayudante... debe ser sargento ayudante.
- Fernandes (interrumpe): Yo no lo conozco. Si usted me pregunta, yo no lo conozco. Y no fue empleado de nuestra productora.
- Vidal: el trabajo que hace como policía... se dedica a vender publicidad.
- Sabemos que no lo encuentran en estos días.
- Vidal: ¿Cómo que no lo encuentran?
- ¿Anda por acá?
- ¡Está en mi casa!
- ¿Haciendo qué a esta hora? ¿Trabajando en su casa?
- No, no, no. Él va habitualmente a mi casa.
- ¿Sabía, Vidal, que está siendo mencionado?
- Por el diario de ustedes.
- El periódico de Gangeme, tras el asesinato, menciona a Grenillón porque un testigo lo ve en el lugar. Y a los policías Gajardo y a Salomón por intimidaciones a dos testigos. Grenillón hizo una declaración policial. A la Justicia nunca lo llamaron...
- Nunca lo llamaron.
- Señor Fernandes, ¿a Vitti sí lo conoce?
- Fernandes: A Vitti sí lo conozco, sí sí. Vitti trabajaba en la Cooperativa Eléctrica. Junto con Pérez Luces, el dueño de la otra emisora que estaba a cargo de la presidencia y que firmó todas las compras -o casi todas- que le habíamos vendido nosotros.
- Fernandes, ¿usted estuvo preso (por la acusación de la "Megacausa")?
- Siete meses.
- ¿Por qué?
- Voy a ser sincero. ¿Al dueño de su diario le tienen envidia? ¿Lo quiere un sector y otro no? Lo mismo pasa exactamente conmigo. Lo que pasa es que yo...
- Ocurre Fernandes que usted está siempre metido en berenjenales: está acusado en la "Megacausa", se sospecha de usted en el caso Gangeme, es mencionado por unas tierras en Epuyén que compró y cuyos dueños habían sido asesinados...
- Perdón... a ver... Si yo voy -o usted- y compra ahora una casa donde mataron a una persona, ¿usted tiene alguna culpa? ¡Y bueno, ¿entonces?! Claro, pero si es por hablar... (ver recuadro)
- Pero siempre involucrado.
- Pasa que yo me dedico a trabajar y a pensar cómo tengo que mantener mi empresa y los 170 empleados que tengo. Esa es mi preocupación. No puedo estar viendo el diario y qué es lo que dice aquél... y qué es lo que quieren hacer hoy en la Justicia.
Dinero para matarlo
- Hay una frase que se le atribuye a Vitti y fue mencionada por Héctor González, amigo de Gangeme. Declaró en la Justicia que Vitti iba a pedirle dinero a usted para matar a Gangeme.
- Escuché tantas cosas... Es muy simple. Yo me puse a disposición de la Justicia cuando me fueron a allanar. No tengo ningún tipo de inconveniente ni en esta causa ni en ninguna. Por suerte la única que tengo es la "Megacausa" y se termina todo, ¿me entiende?
- ¿No siente temor de que quede involucrado judicialmente en el caso Gangeme?
- Nooo. ¡No tengo absolutamente nada que ver con el tema Gangeme!
- Tenemos información de que cuando el juez Minatta declaró que creía que usted nada tenía que ver con el caso, usted pagó un asado para la productora en la que estaban los policías mencionados. ¿Es cierto?
- Nooo. ¿Asado? Si hago un asado es para mis amigos.
- Pandolfi: El asado lo va hacer cuando salga absuelto de la "Megacausa".
- Fernandes: ¿Quiere saber lo que pienso?: lo peor que hay para un empresario es meterse en los medios de comunicación. ¡Eso es terrible! Y a partir de que me metí en los medios de comunicación es que aparecieron todas estas denuncias falsas. Antes era el mejor empresario, el mejor chico de barrio, el presidente de Huracán...
- La pregunta es para Fernandes pero Vidal la puede responder: Vera declaró que usted, Vidal, le preguntó años atrás cuánta planta quería para que no hable más del caso Gangeme. Era un recado de Fernandes...
- (Carcajada de Vidal)
- Fernandes: Yo a Vera no lo conozco.
- Vidal: Yo sí lo conozco (...) Lo tengo calificado como un pibe con problemas psicológicos y mentales graves, y no sólo yo. Vera tiene en la cabeza el ser un policía frustrado, que tiene un cuñado que es policía -de apellido Rojas- y que ¡oh casualidad! está investigando la apertura del caso Gangeme y que estuvo también con la primera investigación.
- Fernandes, cuando lo matan a Gangeme cuatro días después de que lo denunció por amenazas, ¿no pensó: "en qué problemas estoy"?
- Vidal me avisó a la madrugada: "mataron a Gangeme" ¡¿cómo?! A las 8 de la mañana, la otra radio (se refiere a Radio Chubut) estaba meta diciendo que habíamos sido nosotros. ¡Preparado todo!
- ¿Entonces, quién cree usted que pudo haberlo matado?
- No... si yo supiese verdaderamente, hubiera ido a la Justicia... Honestamente. Soy el primero.
- ¿El crimen perfecto?
- Pleno centro... además la hora.
- Crimen perfecto y manoseos en la causa. Por ejemplo, la bala fue cambiada tras la autopsia.
- Yo de esto... no conozco nada de armas. No tengo ni siquiera una gomera.
