BUENOS AIRES (ABA) . - Más allá de las diversas cifras que presentan las encuestas para candidatos a diputados en la Provincia de Buenos Aires, las mismas arrojan un denominador común: la intención de voto de la lista del kirchnerismo está estancada, mientras que el peronismo disidente de Fernando de Narváez y Felipe Solá se le está acercando.
En todas las muestras De Narváez se impone en el interior de la provincia, en tanto que el binomio Daniel Scioli-Néstor Kirchner lo hace en el conurbano (especialmente en el segundo cordón). De los principales candidatos, Kirchner es - ya excluido Patti- el de imagen negativa más alta. Encuentra su principal respaldo en el sector de amas de casa (lo votará el 41% de ellas) y jubilados (36 %), De Narváez tiene su segmento de mayor apoyo en los jóvenes, y Margarita Stolbizer, del Acuerdo Cívico y Social, entre las capas de estudios avanzados.
Otro rasgo distintivo que surge de las encuestas es la tendiente polarización del electorado entre el oficialismo y el peronismo disidente.
Tomando dos de los relevamientos más recientes -que incluyen mediciones hasta el sábado pasado- de Poliarquía Consultores y Rouvier y Asociados; el Acuerdo Cívico y Social (oposición no peronista encabezada por Margarita Stolbizer) dejó de ser una alternativa con posibilidades de imponerse, y parecería estancarse en el tercer lugar.
"La elección se ha polarizado más aún y el Acuerdo Cívico ya no sostiene el voto útil", afirmó Ricardo Rouvier; mientras Fabián Perechodnick, co-director de Poliarquía, señaló concluyente: "La mayoría está repartida entre el Frente para la Victoria (lista encabezada por Néstor Kirchner- Daniel Scioli) y Unión-PRO (a cuyo frente figuran Francisco De Narváez - Felipe Solá). La polarización es prácticamente irreversible".
Pese a que Poliarquía le concede la victoria parcial a la lista de De Narváez, en tanto Rouvier y Asociados la otorga a la del ex presidente Kirchner hay otra conclusión entre ambas que es el avance del primero ante cierto estancamiento del kirchnerismo.
En primer lugar, ello obedece a que al no sostener el Acuerdo Cívico al voto útil, el mismo (que se identifica con la oposición) va hacia Unión-PRO.
El otro factor, especificó Rouvier, sería que "la prohibición judicial para que Luis Patti sea candidato le estaría aportando a De Narváez 1,5 puntos más".
El propio Rouvier aclaró que dado que su encuesta se realizó antes del impedimento al ex comisario, la diferencia de 7 puntos que dio su medición tendería a achicarse. La diferencia estrecha que en definitiva separaría a los dos peronismos hace decir a Perechodnik que en un escenario de tal paridad "cualquiera de los dos (Kirchner o De Narváez) puede ganar". Tanto la muestra de Rouvier como la de Poliarquía abarcaron 1200 entrevistas domiciliarias repartidas entre el interior y el conurbano de la provincia de Buenos Aires y respetando las cuotas de sexo, edades y niveles económicos.
La misma cantidad de casos (1200) fueron relevados en el informe de Analogías que tiene datos de hace diez días.
A diferencia de las anteriores, no arroja indicadores de indecisos ya que los mismos están proyectados (es decir se reparten sus votos potenciales de acuerdo a una estimación comparada). En este caso la distancia entre el kirchnerismo y Unión-PRO es de cinco puntos, es decir menor a la que estipula Rouvier sin tomarse aún en cuenta la baja de Patti (que achicaría la brecha).
Gran parte del voto progresista -coinciden las tres muestras- se derivaría al reciente intendente de Morón, Martín Sabbatella, quien ingresaría en la Cámara baja (de acuerdo a Poliarquía podrían ingresar hasta dos legisladores de esa lista). También de acuerdo a Poliarquía el kirchnerismo conseguiría en Buenos Aires 13 o 14 bancas de las 20 que renueva; Unión-PRO alcanzaría 14 escaños y el Acuerdo Cívico entre 6 y 7 asientos.