ROCA (AR).- Río Negro inyectará este año 10.000 vacunas más contra la gripe estacional, y por eso requirió en el comienzo de la campaña anual de vacunación para poblaciones en riesgo este importante volumen adicional de dosis, previendo un crecimiento importante de la demanda. Cada año, en promedio, se piden a Nación entre 21 y 25.000 dosis, pero este año se requirieron 10.000 más.
Hasta el momento ya se agotó un 75% del stock -de Salud Pública- en toda la provincia y las aplicaciones se siguen efectuando. El temor por la gripe A reavivó el tema y no sólo en los hospitales públicos, sino también en la Salud privada y en las farmacias la demanda creció sobremanera.
Marcela González, jefa del programa de Vacunación en Río Negro, indicó que este año, y a esta altura del calendario, prácticamente ya se duplicó el número de vacunados, fuertemente influidos por el temor ante el brote de la influenza A, pero aclaró que nada tiene que ver la vacuna existente de la gripe estacional contra la gripe A.
"Es cierto, la demanda aumentó mucho pero esta vacuna no sirve para la gripe A, eso hay que dejarlo bien en claro. Por eso nosotros seguimos vacunando, como lo hacemos todos los años, a poblaciones de riesgo y no a todo el mundo en general", sostuvo, "aunque todo el tiempo se reciben pedidos".
La vacuna de la gripe estacional debe estar indicada por un profesional en todos los casos, "y nosotros en la provincia desde hace años recibimos las dosis del Ministerio de Salud de Nación pero específicamente para niños, adultos y grupos que consideramos de riesgo", explicó González. Éstos son: personas mayores de 65 años, niños y adultos con enfermedades crónicas, pulmonares o cardíacas, inmunodeprimidos, chicos o adolescentes con tratamientos prolongados con aspirinas, entre otros.
Pero además de esta población, también son vacunados cada año otros grupos que, por el servicio que prestan, también entran en esta categoría: el personal de salud, médicos, enfermeros y trabajadores, e integrantes de las fuerzas de seguridad en general.
"Ya se aplicaron de estas 35.000 vacunas que recibimos en abril y las distribuimos en todas las localidades de la provincia, más de un 75% y la gente, por suerte, sigue concurriendo a vacunarse. Por eso, nosotros insistimos en que esto, más que por temor o por una excusa puntual, debe ser una rutina para grupos de riesgo". En las farmacias, el fenómeno se dio de igual manera. Las ventas, en algunas farmacias consultadas en Roca, aumentaron en algunos casos hasta un 50%, y si bien lo ideal es vacunarse entre marzo-abril, la campaña este año se extendió más allá de la cuenta.