NEUQUÉN (AN).- A más de tres años de ocurrido, el asesinato de Javier Galar llega esta semana a juicio oral sin detenidos y sin que se sepa quién de los cuatro acusados fue el autor de la muerte.
Durante seis días, la Cámara Criminal Segunda escuchará a veinte testigos, entre ellos cuatro expertos en distintas disciplinas médicas que podrían tener la clave para resolver el crimen.
La acusación es por "homicidio en riña o agresión", una figura que se aplica cuando no puede determinarse quién de las personas integrantes de un grupo causó la muerte. Tiene una pena mucho más baja que el homicidio simple y es excarcelable.
En la justicia del Niño y el Adolescente se juzgó a un menor de edad que fue declarado responsable de ese mismo delito, aunque la fiscalía de Delitos Juveniles apeló porque lo considera autor de homicidio simple.
El juicio comenzará mañana en la cámara integrada por Emilio Castro, Héctor Dedominichi y Mauricio Zabala (subrogante). El fiscal será Pablo Vignaroli y actuarán como querellantes Ricardo y Laura Cancela, en representación del padre de Javier Galar.
Los imputados son Nicolás Chambla (defendido por Carlos Vaccaro); Juan Díaz (por Gustavo Palmieri); Esteban Larrat (por Ivana Dal Bianco) y Leandro Serrano (por Juan Ríos Iñíguez).
El caso
El 17 de junio de 2006 a la madrugada, Javier Galar (27 años) caminaba por el centro de Neuquén con dos amigos cuando tuvieron un incidente menor con los ocupantes de una Peugeot Partner.
En el semáforo de la diagonal 9 de Julio y la Avenida Argentina la Partner se detuvo, uno de los amigos de Galar se acercó y le pegó un golpe de puño al conductor.
De inmediato bajaron entre 5 y 8 jóvenes. Los amigos de Galar huyeron y se refugiaron en un boliche que en esa época estaba a mitad de cuadra.
Galar se quedó solo, con las manos en los bolsillos. Pese a esto, el grupo lo atacó a trompadas y cuando cayó al piso lo patearon. Después subieron a la Peugeot y se fueron sin saber que la víctima agonizaba.
Una ambulancia lo trasladó al hospital pero murió antes de llegar.
El menor de edad que integraba el grupo fue el único al que la policía alcanzó a detener en el momento; el resto fueron atrapados a lo largo del día.
Estuvieron presos acusados de homicidio pero la Cámara de Apelaciones atenuó la calificación a "homicidio en riña o agresión" y todos quedaron en libertad.
Uno de los puntos de mayor controversia en el juicio estará vinculado justamente con la calificación legal.
La fiscalía y la querella sostendrán la acusación por homicidio simple, que tiene 8 a 25 años de prisión y no es excarcelable, mientras que los defensores le echarán la culpa del crimen al menor y pedirán la absolución o una condena leve que les permita a sus asistidos seguir en libertad.