Domingo 21 de Junio de 2009 Edicion impresa pag. 30 > Policiales y Judiciales
Antes de morir pudo darle a la Policía el nombre de sus agresores
Un hombre fue apuñalado cerca de su precaria vivienda. Ocurrió en Toma Norte y los sospechosos están detenidos.

NEUQUÉN (AN)- Cerca de la casilla que ocupaba en Toma Norte, un barrio humilde del oeste de la ciudad, un albañil fue apuñalado por un par de jóvenes con quienes un par de días antes había mantenido una pelea, y pese a que fue asistido en el hospital murió horas después. No obstante alcanzó a identificar a los presuntos autores, un mayor y un menor, que fueron detenidos poco después.

La víctima, Miguel Díaz, de 49 años, presentía el peligro y por ello, un par de horas antes de la pelea fatal había ido a dejar a sus hijos a la casa de su ex esposa, a quien le comentó que estaba siendo amenazado.

El trágico episodio ocurrió alrededor de las 20 del viernes en un zanjón en cuya pendiente Díaz había levantado su casilla de chapas y madera. Está junto a la sala del Centro de Promoción Familiar, lindando con la manzana 31.

Al parecer los agresores lo estaban buscando para vengarse porque dos días antes Díaz habría peleado con ellos, al salir en defensa de un anciano.

Por esa disputa se había hecho atender, debido a que sufrió lesiones leves, provocadas por golpes de puño.

Si bien hasta ayer no se sabía si hubo testigos presenciales de la disputa fatal, trascendió que Díaz no habría alcanzado a ingresar a su vivienda luego de dejar a sus hijos. Los peritos policiales relevaron ayer detalles del lugar y, entre otras diligencias, levantaron rastros de sangre que la víctima fue dejando desde donde se supone que lo atacaron hasta donde cayó, frente a su casilla.

La Policía intervino en el hecho cuando en la comisaría 18 se recibió el llamado por la existencia de un hombre herido en la calle. Junto con los patrulleros llegó una ambulancia que socorrió al herido y lo trasladó al hospital Heller.

Debido a la gravedad de las heridas -serían tres las puñaladas que recibió, en el tórax-, fue derivado al hospital Castro Rendón, donde dejó de existir a las 2 de ayer.

Antes de morir Díaz reveló a los policías quiénes habían sido sus agresores y dónde vivían, a unos trescientos metros de su casa.

Los efectivos interceptaron a los sospechosos, de 17 y 21 años, y les secuestraron, entre otras cosas, un cuchillo que sería el usado en el crimen y otros elementos que los comprometen en el episodio.

Previo al ataque la víctima habría estado con otra persona, familiar de uno de los sospechosos.

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