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LA SEMANA EN BARILOCHE: Discusión crucial | ||
El largo, traumático y accidentado (pero más que nada largo) proceso de municipalización del Catedral sumó un nuevo crujido con la reciente rebelión de la Asociación Empresarial del cerro ante la ordenanza que establece un encuadre tributario especial para los contribuyentes allí asentados. La normativa que promovieron el intendente Marcelo Cascón y su secretario de Gobierno y Economía, Federico Lutz, compone un buen punto de partida para que el estado municipal consolide de una vez una presencia en el Catedral que debió tener hace ya varios años. El cerro fue incorporado al ejido barilochense en 2003 y al año siguiente la provincia aprobó la extensión del contrato de concesión con CAPSA, mediante una ley que obligaba a completar la municipalización "en 24 meses". Ese paso implicaría transferir las tierras y concesiones vigentes. Recién entonces Bariloche podrá integrar definitivamente el complejo invernal a la economía de la ciudad. Pero el trámite de traspaso lleva más de 3 años de atraso y navega en la indefinición, huérfano de impulso político. La decisión de incorporar a los contribuyentes del cerro al esquema tributario municipal -y aplicar las políticas públicas resultantes- no tardó en indigestar a los empresarios, que exhiben como un logro su historia de autogestión, durante la cual la Empresarial brindó los servicios en su área de influencia a cambio de un tributo que cobraba por cuenta y orden del municipio. Esa particular fórmula no sólo estuvo reñida con la Carta Orgánica, que define a la potestad tributaria como "indelegable". También surgía de un convenio que firmó el anterior gobierno pero no tenía validez porque no fue aprobado por ordenanza. Para salvar el desaguisado, Cascón promovió la creación de dos nuevas zonas fiscales en el cerro y les aplicó una tasa de servicios cuyos montos superan los vigentes en el resto de la ciudad, pero son iguales o menores a los que cobraba la AEAC. El municipio se compromete a su vez a sostener servicios de la mejor calidad, pero el dato saliente es que lo recaudado en Catedral participa desde ahora en la "redistribución" de ingresos y gastos con el resto de Bariloche. La empresarial pretende que lo recaudado en el cerro por tasas sólo sea invertido en el complejo. Asegura que el actual esquema es en realidad un salvavidas para el municipio, que busca salvar sus apremios financieros con el dinero de Catedral. Consideró además que la nueva tasa es "inconstitucional" y viola los principios de "equivalencia, racionalidad e igualdad". Planteada la controversia, Cascón rechazó el planteo de los contribuyentes y los acusó de tener "actitud separatista". La actitud exhibida por los empresarios es una herencia insostenible de las épocas en las que Catedral permaneció enteramente bajo jurisdicción provincial. Aunque se trata de un asentamiento poblacional permanente que en invierno alberga a varios miles de personas, el cerro no tenía estatus de municipio y tampoco era una comisión de fomento, sino un híbrido sin autoridades políticas, en donde la Empresarial asumía el rol de intendente con plenas funciones. El planteo de la AEAC pone al gobierno municipal en un trance crucial. La nueva tasa ideada por Cascón ya fue avalada por el Concejo (donde sólo votaron en contra Hugo Cejas y Darío Barriga) y merece también el apoyo de los vecinos en general, en una movilización que estaría más justificada aun que la del controvertido hipermercado Walmart. Claro que el intendente también deberá asumir sus contradicciones (en el invierno anterior dejó correr el antiguo convenio ahora defenestrado), reivindicar la potestad tributaria municipal cada vez que sea puesta en duda y profundizar esa postura con mejores políticas de autonomía y reclamos firmes a la provincia para que cumpla con la municipalización definitiva del cerro.
DANIEL MARZAL | ||
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