Domingo 21 de Junio de 2009 Edicion impresa pag. 43 > Cultura y Espectaculos
Caetano Veloso, recargado
Acaba de editar "Zii e zie", un cruce entre el samba y el rock.

Caetano Veloso es uno de los próceres de la cultura iberoamericana gracias a una obra muchas veces genial pero siempre inquieta que se ratifica en su carácter con el flamante álbum "Zii e zie" donde profundiza el encuentro con los jóvenes de banda Ce.

A tres años de haber sorprendido con el roquero y rabioso disco "Ce", el bahiano nacido en agosto de 1942, propone Transambas y Transrock, dos zonas intermedias entre estos estilos que, aún bordeando una experimentación en que acecha el híbrido, entrega sonoridades como para parar la oreja.

Podría decirse que Caetano, apoyado y sostenido por el guitarrista Pedro Sá, su hijo Moreno Veloso (otra vez productor del disco), el baterista Marcelo Callado y el bajista Ricardo Dias Gomes, indaga en algunos de los posibles cruces entre el samba y el rock.

El formato de canción que es marca registrada en la estética del compadre de Gilberto Gil, Gal Costa o María Bethania, incorpora aquí un filo que puede ser irritante, hondo o superficial a partir del entramado instrumental de los muchachos que vuelven a involucrarse en la aventura.

Hay en este camino un atractivo diálogo generacional que puede tornarse crispado o amable entre este adulto que se resiste al lugar común y unos desacatados que han mamado y estudiado las claves de una rica historia.

"Zii e zie" es, al mismo tiempo, un lugar de encuentro y de ruptura entre formas de abordar una música que reconoce referencias y raíces pero que se pretende nueva e inclasificable.

La recorrida musical propuesta desde una textura sonora moderna y audaz va de la repetición al lirismo en un camino que invita a tantas escuchas como relecturas y en donde la voz del creador puede resultar el único refugio conocido.

Quien fuera puntal del Tropicalismo abre la boca y emana dulzura y matices o puede ponerse áspero para recitar proclamas como la de "A base de Guantánamo".

La interpretación vocal de Veloso, que además ejecuta la viola, es un sutil instrumento más dentro del repertorio y es la que aporta el aire familiar a una atmósfera que disfruta de lo incierto.

El lado flaco y quizá más vulgar de la placa esté en una lírica previsible y políticamente correcta que, afincada en Río de Janeiro, contrasta con los ánimos de novedad que se deslizan por lo musical.

La pieza sobre la prisión estadounidense instalada en suelo cubano quizá sea una feliz excepción, aunque entonces habría que evitar algunas de sus declaraciones al respecto como cuando afirmó que el tema "no hubiera sido compuesta si yo no tuviese evidencia de que en los Estados Unidos hay un respeto a los derechos humanos".

Entre lo mejor del material que tiene como corte de difusión al atractivo "Sem cais", se cuenta "Diferentemente" en que escribió y canta ""Diferentemente de Osama (Bin Laden) y Condoleezza (Rice), yo no creo en Dios".

Luego, en "Lapa" celebra el tiempo político de su país que incluye a las presidencias de Fernando Henrique Cardoso y Lula da Silva y también aborda la problemática de la droga en "Falso Leblón" (sobre un adicto) y "Perdeu" (acerca de un niño de la favela condenado por tráfico).

La lista de 13 canciones incluye, además, dos interesantes obras que no son de su autoría: "Ingenuidade", bella samba de Serafim Adriano, e "Incompatibilidade de Genios", de Joao Bosco y Aldir Blanc.

Con contrastes, grises, certezas e interrogantes, "Zii e zie" (tías y tíos en italiano) es un CD que agrega facetas a las siempre diversas caras de un creador imprescindible y siempre nutritivo. (Télam).

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