VIEDMA (AV)- Los pacientes hospitalarios y afiliados a las obras sociales de la zona Este de la provincia de Río Negro contarán de ahora en adelante con un servicio de diagnóstico y tratamiento de enfermedades cardiovasculares, evitándose así costosas derivaciones hacia centros de alta complejidad médica.
La habilitación corrió por cuenta del Sanatorio Austral de esta capital, cuyo directorio invirtió más de 300.000 dólares entre la adecuación edilicia de las instalaciones y la contratación del equipamiento de hemodinamia.
Se podrán prevenir infartos y otras afecciones cardiovasculares, que según las estadísticas de Argentina, constituye la primera causa de muerte.
El presidente del directorio, Pedro Sapin, destacó el esfuerzo llevado adelante por el nosocomio privado mencionando que se permitirá revertir infartos agudos de miocardio y el tratamiento de secuelas de infartos.
Señaló además que la nueva complejidad médica "nos invita a seguir redoblando esfuerzos para encarar nuevos proyectos", ya que el nosocomio está a un paso de ir incorporando cirugías cardiovasculares.
Durante la inauguración, el secretario de Salud, Daniel Chiosso, afirmó que "esta inversión permite consolidar la creencia de la complementación entre los sectores público y privado de la salud", advirtiendo que "es posible que alguna vez se pueda haber pensado que entre los privados existen intereses desmedidos y actitudes antiéticas".
Agregó que quizá estas ideas causen cierta vergüenza entre la comunidad médica, pero "debemos reafirmar las actitudes de complementación". También puso de manifiesto el orgullo que significa el emprendimiento surgido de capitales privados generados con esfuerzos.
La nueva complejidad médica estará a cargo de un equipo de especialistas en Hemodinamia que atenderán mediante convenios con el sector hospitalario y las obras sociales sindicales, cubriendo a una población de unas 40.000 personas.
El equipo está liderado por el médico Marcelo Notrica, quien durante el acto de inauguración consideró que resulta fundamental la urgencia con la cual se realizan este tipo de procedimientos, ya que cuando habitualmente un paciente aparece con un infarto por oclusión de una de las arterias del corazón, hay una ventaja de tiempo que permite reestablecer la circulación sin que el músculo sea irreversiblemente dañado.