SAN MARTIN DE LOS ANDES (ASM).- Dos robos con armas sacudieron a la ciudad. El más reciente ocurrió alrededor de las 22.30 del viernes, cuando una familia acababa de cenar en su casa de "Altos del Sol", una barriada de faldeos en zona residencial. Allí irrumpieron en la planta baja dos sujetos encapuchados, uno de ellos portando un arma de fuego. Ante la sorpresa de los moradores, los individuos actuaron con firmeza y rapidez.
Los obligaron a arrojarse al piso, les colocaron precintos en las manos y les exigieron la llave de la caja fuerte. Las víctimas son propietarias de un comercio de ropa deportiva en el centro de la ciudad, dato que los atracadores conocían porque exigieron el dinero del local también. Sin embargo, los dueños dijeron que en la casa no guardaban efectivo, por lo que los ladrones se concentraron en otros elementos.
Obligaron a las víctimas a trasladarse al primer piso y a permanecer en el suelo, mientras ellos fueron por los objetos de valor. Al cabo de unos 15 minutos se alzaron con una cifra no precisada de dinero, pero que sería de varios miles de pesos y moneda extranjera, más joyas, teléfonos celulares y una computadora portátil, entre otros bienes.
Actuaron con "precisión y profesionalismo", según los investigadores. Sólo hablaban lo necesario, limitándose a dar instrucciones a las víctimas. Los obligaron en todo momento a mantener la cabeza hacia abajo y llevaban guantes de látex, además de capuchas. Asimismo, quedó claro que contaban con inteligencia previa, pues conocían las actividades y movimientos de la familia. También se logró determinar, por ciertos indicios en los alrededores, que mantuvieron vigilancia sobre el domicilio.
El caso es que unos 15 minutos después de que escaparan, una de las víctimas logró liberarse y alertar a la policía. De inmediato acudió una comisión de la Comisaría 23 y más tarde un grupo de Criminalística de Junín de los Andes. También intervino la delegación local de la Fiscalía de la Cuarta Circunscripción.
Encañonado
El otro tuvo por víctima a un taxista. El chofer levantó a un pasajero en San Martín, con destino al paraje Trompul y el viaje transcurrió sin problemas. Pero al llegar a destino, fuera del área urbana, el joven cliente se negó a pagar y extrajo de entre sus ropas una escopeta recortada, con la que encañonó al conductor.
El agresor se bajó del auto sin dejar de apuntar al taxista y le exigió el dinero de la recaudación. En un momento de distracción, el chofer aceleró a fondo y pudo huir del delincuente.