Sábado 20 de Junio de 2009 > Internacionales
Al menos 25 muertos en un atentado cerca de Kirkuk
Ocurrió cuando estalló un camión bomba a unos 400 metros de una mezquita chiíta. Unas 15 casas resultaron destruidas y sus habitantes se vieron sepultados por los escombros.

Un camión cargado de explosivos estalló este sábado tras las oraciones del mediodía cerca de una mezquita chiíta en el norte de Irak, matando a por lo menos 25 personas y dejando más de 100 heridas, informó la policía.

La explosión alimentó los temores de un aumento de la violencia mientras las tropas estadounidenses enfrentan el plazo del 30 de junio, establecido en un pacto de seguridad, para retirarse de las áreas urbanas del país.

El ataque, al sur de la disputada ciudad de Kirkuk, ocurrió mientras el primer ministro iraquí Nuri al-Maliki insistió en que los estadounidenses se retirarán como está pactado.

Los fieles estaban saliendo de la mezquita en el área de Taza, tras las oraciones del mediodía, cuando el vehículo cargado de explosivos estalló, precisó el brigadier general Sarhat Qader. Agregó que por lo menos ocho casas se desplomaron por la explosión. Residentes y equipos del rescate buscaban a más víctimas entre los escombros.

Las tensiones se han incrementado en el área rica en petróleo de Kirkuk, en momentos en que los curdos buscan incorporarla a su región semiautónoma a pesar de la oposición de árabes, turcos y otros grupos étnicos rivales.

Eso ha elevado las preocupaciones sobre un brote de violencia étnica en el norte de Irak aunque haya un declive de ataques en otras partes. Las autoridades iraquíes han advertido que los insurgentes intentarán provocar un nuevo brote de violencia sectaria y minar la confianza en la capacidad del gobierno de hacerse cargo de la seguridad sin ayuda exterior.

Un pacto de seguridad iraquí-estadounidense requiere que las tropas norteamericanas de combate se retiren de las ciudades a finales de este mes como un primer paso hacia un retiro total para 2012. El acuerdo incluye una provisión en la que el gobierno iraquí puede pedirle ayuda a Estados Unidos si la violencia repunta.

El primer ministro Nuri al-Maliki insistió previamente el sábado que el retiro ocurrirá como está programado, diciendo que será una ``gran victoria'' para la nación. Reconoció que es probable que haya más ataques, pero aseguró que las fuerzas de seguridad iraquíes están preparadas para enfrentarlos.

AP

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