Sábado 20 de Junio de 2009 Edicion impresa pag. 42 > Cultura y Espectaculos
Giardino, el director de Rata Blanca
El líder de la banda habló con "Río Negro". Mañana a las 22 se presentarán en Neuquén.

Walter Giardino es un vendaval de potencia y distorsión arriba del escenario. Dialogar con Giardino es menos intenso pero igual de excitante. Es como caminar por un campo minado. Así de inquietante.

Por lo que dirá durante la extensa charla, Giardino es el encargado de casi todas las funciones importantes en la banda. Desde la composición de la música y las letras hasta el contacto con la prensa, pasando por los ajuste de la gira (bautizada "Talismán Our Tour 2009, que se inició en Estados Unidos y continuará en Europa) y la relación con los fans. Es un confeso obsesivo, que vive en Madrid desde hace años, odia la "pseudo filosofía del heavy metal argentino" y entiende que la clave de cualquier éxito está en "hace feliz a la gente".

Aún faltaban tres días para el concierto que mañana ofrecerá la banda en el complejo Bloke, a las 22, cuando el guitarrista levanta el tubo para atender a unos de los pocos medios que lo han llamando en días. Rata Blanca llenó el Luna Park hace poco más de dos semanas, para presentar el disco "El reino olvidado", pero la prensa "parece que mira para otro lado", ataca el guitarrista.

El diálogo se sumerge en esos menesteres y Giardino afila la verba: "Nosotros brindamos una fiesta, pero prefieren hablar de Café Tacvba, no se por qué sucede eso. Quizá sea el género, pero viene Iron Maiden y todos se vuelven locos. Bue, tendremos que hacer el pop de Calamaro".

Giardino tiene 49 años y odia la leyenda de Peter Pan. Está lejos de los que viven de noche, duermen de día y se resisten a crecer. Ni que habla de aquello de sexo, droga y rock and roll. Habla a veces como un buen padre, otras como un hombre de negocios y casi siempre como un músico que entiende que al heavy metal y al rock se le terminaron los años de reviente. "El sexo droga y rock and roll ya está, no estamos en los ´70. Yo a los 15 años estuve en el ojo del huracán, todo me podría haber salido mal, pero elegí bien, y eso es lo que hay que transmitir, que no está todo perdido, que no todo es una mierda. Yo supe decir que no cuando estaba en cualquiera, pero la pose del rockero sigue siendo la de estar o hacerse el drogado. Ojos, estamos en Argentina, en el 2009, es otra realidad. La onda es vamos para abajo, y eso es patético, pero no por careta, si no porque se cagan la vida. Los pibes se cagan la vida.

-Rata Blanca inculca otra cosa.

-Es que no necesariamente tenés que ser cómplice por estar metido en el medio de la batalla, porque eso de decir ´yo no transo´, pero después no hacés nada, de qué carajo sirve. Rata Blanca sigue siendo una honesta banda de rock, que dice lo que quiere decir, que está muy comprometida, que hizo su primera canción ecológica hace diez años. Soy feliz porque estamos haciendo lo que queremos, le damos de comer a nuestros hijos, no mentimos y hacemos feliz a la gente. Qué más le vas a pedir a una banda de rock.

-¿Por qué cierto sector del heavy los acusa de no estar comprometidos socialmente?

-Nosotros hicimos "Guerrero del arco iris" hace quince años. ¿De qué me hablan? Son estupideces que dicen de las bandas a las que les va bien.

-Iorio fue uno de los que ...

-Iorio no es una persona para tomar en serio, es un payaso del heavy... Nosotros sabemos la carrera que hicimos, llegamos a Europa, y si en Europa preguntás por Iorio te van a decir que es una marca de lavandina.

-¿Hacia dónde va el heavy metal argentino?

-Va hacia su propio destino, y es muy bueno, pero tampoco hay que creer en el heavy metal como la única música que hay en el mundo. Yo escucho de todo y estoy identificado con el heavy, pero no con la filosofía pseudo argentina de ´peguémonos latigazos entre todos y suframos´.

-El heavy tiene que llegar a una etapa de adultez.

-Algo así. Es cierto que el heavy es más comprometido artística y socialmente, pero nosotros hablamos de la sociedad, de política, de religión desde una poética más universal, porque "Callejeros" lo grabamos en el ´88 y para mí es un himno a la libertad, pero no tenés que insultar a la policía, a los políticos y a la iglesia para hacer heavy. Fijate lo que pasó con "Mujer amante": es una canción melódica, pero para el heavy fue despreciable. El tema es que esa canción vendió cinco millones de veces más que todas las canciones y todas las notas de Giardino. El secreto es ser abierto y creo que las nuevas generaciones lo son, salvo algún quemado que me viene a hablar de V8 cuando yo estuve adentro.

-Siempre te van a hablar de V8...

-V8 tocaba para 500 personas y era un caos. Yo lo valoro como un ícono de la resistencia, pero yo con "Punto rojo" toqué para las madres de Plaza de Mayo (1982), para juntar plata para su primer viaje a Europa y si eso no es jugarse la vida por el metal, por la libertad, donde está la historia. Porque después no pudimos tocar más, llegaban los falcón verdes y se llevaban a todos presos. Creo que eso es más heavy que todas los cueros y las tachas del mundo.

Varias cuestiones están claras: Rata Blanca es la banda más rendidora del rock pesado argentino, tiene una mentalidad diferente a las demás y una voz que manda. Giardino manda. Su explicación es bien empírica: el grupo comenzó a tocar (87), hizo dos discos, tuvo éxito, el éxito atrajo la plata y la plata los problemas. Se desvirtuó la fórmula, hubo fractura (98) y a la hora de volver (2000), él aclaró: "yo hago las canciones, las tocamos y todos felices". O con una frase en tercera persona: "¿Walter qué es? Es el director de la orquesta".

 

SEBASTIÁN BUSADER

sbusader@rionegro.com.ar

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