| La policía iraní reprimió hoy a varios de los miles de manifestantes que desafiaron en Teherán al gobierno clerical que prohibió protestar contra la reelección del presidente Mahmud Ahmadinejad, en la escalada del conflicto interno más grave desde la Revolución Islámica de 1979.
También en Teherán, en el mausoleo del Imam Jomeini, padre de la revolución islámica, un suicida se hizo estallar este sábado hiriendo al menos a un peregrino, según el jefe adjunto de la policía, aunque la prensa local habló de al menos tres heridos.
El líder de la oposición iraní, Mir Hussein Mussavi, pidió de nuevo hoy que se anulen las elecciones presidenciales y que se repita la votación, en una carta dirigida al influyente Consejo de los Guardianes, en la que afirmó además que la manipulación de los resultados electorales fue planeada.
Según testigos, la policía usó gas lacrimógeno y chorros de agua de alta presión para dispersar a unos 3.000 manifestantes en la céntrica Plaza de la Revolución después de que corearon, muchos de ellos vestidos de luto, "Muera la dictadura", informó la agencia de noticias Europa Press.
Es que las protestas continuaron hoy, por cuarto día consecutivo, pese a que el subdirector de la Policía nacional iraní, Ahmad Reza Radan, recordó esta mañana que la manifestación es ilegal y que las fuerzas de Seguridad actuarían "en consecuencia", después de que el Guía Supremo Ali Jamenei llamó ayer a poner fin a la movilización.
Mientras helicópteros revoloteaban sobre la capital iraní, la policía y las milicias acordonaron la universidad de Teherán, donde los estudiantes coreaban "Muera el dictador", dijeron testigos que agregaron que se cerraron los accesos a la calle Libertad, que va de la Plaza Libertad a la Plaza de la Revolución, para impedir una concentración masiva.
El ataque al santuario de Jomeini aparentemente buscaba provocar la indignación entre los iraníes que reverencian al clérigo chií, que lideró la revolución que en 1979 derrocó al Sha, respaldado por Estados Unidos.
Hasta hoy, murieron al menos ocho manifestantes en los enfrentamientos con las fuerzas del orden de los cientos de miles de partidarios de Mousavi que salieron a la calle para reclamar que el gobierno anule y repita las elecciones del 12 de junio, que oficialmente dieron una victoria abrumadora a Ahmadinejad.
El Consejo de los Guardianes de la Revolución, máximo órgano legislativo de Irán, se mostró dispuesto a efectuar un recuento aleatorio del 10% de los votos de las presidenciales, aunque parece muy poco probable que atienda la principal demanda de la oposición de repetir los comicios.
La decisión se produce después de que los tres candidatos derrotados fueran convocados a una reunión extraordinaria del Consejo de Guardianes para analizar las 646 quejas formales que se elevaron por presuntas irregularidades en las elecciones.
El portavoz del Consejo de Guardianes, Abas Ali Kadkhodaei ha explicado que los candidatos han sido citados para que "expresen su opinión y eleven sus quejas en presencia de los doce miembros del Consejo antes de la decisión final". Pero los candidatos que quedaron en segundo y tercer lugar, Mussavi y Mehdi Karrabi, no asistieron a la convocatoria del Consejo.
De esa forma quisieron expresar, según analistas, sus exigencias de que se repitan por completo los comicios.
En tanto, en varias ciudades europeas volvieron ha manifestarse exiliados iraníes contra la reelección de Ahmadineyad.
En París se registró una de las concentraciones más multitudinarias, donde se estima que unos 90.000 manifestantes acudieron a Villepinte.
En Alemania miles de personas salieron a las calles de Hamburgo, Fráncfort y Stuttgart.
Télam | |