Anoche, San Martín de Tucumán no tenía opciones, sólo ganar si pretendía no descender inmediatamente. Y lo logró: derrotó 1-0 en Rosario a un irrelevante Newell´s y aún sigue soñando con seguir en Primera.
El gol lo marcó el delantero nacido en Cipolletti, Matías Urbano, a los 35 minutos del primer tiempo, al capitalizar en la boca del arco una falla defensiva.
Urbano de todos modos no terminó la noche de la mejor manera, ya que se hizo expulsar a los 21 minutos del segundo período, al lanzarse desde atrás y derribar a Hernán Bernardello con un feo golpe en su tobillo.
El triunfo para los Santos fue valioso por donde se lo mire, ya que incluso un empate les hubiera costado el descenso directo. Claro que el riesgo para el equipo de Carlos Roldán todavía es enorme, porque aún en caso de ganarle a Lanús en la Ciudadela, en el último capítulo, su futuro dependerá de terceros.
Hasta el cuarto de hora, el episodio fue bastante deslucido y mediocre y eso pasó porque a San Martín se lo vio muy contenido, seguramente como consecuencia de la necesidad de ganar o ganar. Sin embargo, ni así Newell´s encontraba los caminos adecuados para comprometer a Marcos Gutiérrez.
Los siguientes veinte minutos fueron algo más entretenidos porque aparecieron las jugadas de gol en ambas áreas. Algo más punzante se reveló Newell´s, pero fue incapaz de convertir. Y a los 35 el que convirtió fue Urbano para el necesitado San Martín y esa chance surgió por un centro rasante que no alcanzaron a conectar ni Mario Turdó ni Sebastián Peratta ni Pillud. El artillero estaba en el lugar apropiado y empujó el esférico a la red.
En la segunda parte San Martín se dedicó a cuidar su ventaja, en especial tras la tarjeta roja para Urbano. Pero Newell´s fue impotente, una vez más, de marcar un gol, y así San Martín al menos llegó con vida al desenlace. Claro que igual sigue siendo el más comprometido de todos en la tabla de los promedios.