Rafael Nadal se bajó de Wimbledon por problemas de tendinitis en las rodillas y Roger Federer se frota las manos porque podrá recuperar el trono del tenis mundial. No será fácil, porque deberá ganar el torneo y tiene un par de rivales muy bien perfilados.
El español es el primer campeón de la rama masculina del Grand Slam inglés que no defiende su corona desde Goran Ivanisevic en 2002, y apenas el segundo en los 35 últimos años. "Sencillamente no estoy al cien por ciento´´, dijo el número uno una rueda de prensa. "Estoy mejor que hace un par de semanas, pero simplemente no me siento listo", agregó.
Su anuncio fue unas dos horas y media después de caer ante Stanislas Wawrinka en una exhibición en el césped del Hurlingham Club en el sur de Londres. Nadal también perdió otro duelo el jueves contra Lleyton Hewitt. "Fue la última prueba. No me sentí terrible, pero tampoco cerca de mi mejor condición´´, explicó Rafa.
El de Mallorca lució mal en su revés contra el australiano y se vio mucho mejor ante el suizo Wawrinka. En varias ocasiones corrió hacia la red para voleas o se movió con agilidad por la línea de fondo. Aun así, dijo que siente que no podría ganar en Wimbledon, por lo que prefirió no competir.
"Cuando empiezo un torneo como este es para ganarlo, y ahora mismo siento que no estoy listo para ganarlo", afirmó el tetracampeón de Roland Garros, quien no juega un partido oficial desde el 31 de mayo, cuando fue eliminado por Robin Soderling en la cuarta ronda del abierto parisino.
Luego anunció su retiro de Queen´s Club, un tradicional fogueo para Wimbledon, y viajó a Barcelona para someterse a exámenes médicos en las rodillas. "Creo que he llegado al límite. Necesito empezar de nuevo para volver más fuerte´´, comentó. Cuando le preguntaron si los problemas en las rodillas podrían poner en riesgo el resto de su carrera, respondió: "No es algo crónico. Sin duda puedo recuperarme de esto".
Nadal sufrió el mismo inconveniente el año pasado y en noviembre se perdió la final de la Copa Davis entre España y Argentina, que ganó el equipo europeo en Mar del Plata.
Además del problema físico, Rafa habló sobre la carga mental que representa la lesión. Después de todo, se trata de un jugador que alcanzó la cima gracias a su capacidad para correr y llegar a pelotas imposibles. "Uno de los grandes problemas es que cuando juego estoy pensando más en las rodillas que en el partido. Es muy difícil jugar", finalizó.
Mientras el español sufre, Roger se ilusiona y no es para menos. Además de ir por el GS número 15 y superar a Pete Sampras, tendrá la gran posibilidad de volver a ser el mejor del planeta.
El suizo, que tiene un envidiable récord de 45-5 en Wimbledon y ganó el premio mayor cinco veces seguidas (desde 2003 a 2007), buscará la sexta corona, que se le escapó en la gran final del año pasado ante Rafa. Su primer obstáculo será el taiwanés Yen-Hsun Lu.
Si se da la lógica, enfrentaría al serbio Novak Djokovic (debutará ante Julien Benneteau) en semis, mientras que el otro candidato es el local Andy Murray, quien tiene una misión de aquellas: ser el primer británico en ganar en el césped de Wimbledon desde Fred Perry ¡en 1936! Juan Martín Del Potro, que "ganó" el lugar de Nadal entre los preclasificados (ver página 38) será la máxima ilusión argentina.
