Al tenso ambiente que rodea a Independiente porque no encuentra el rumbo en el torneo local con el agregado de sumar goleadas en contra, ayer se le sumó la aparición de un pasacalles destinado a los jugadores y dirigentes del Rojo en las cercanías del predio de entrenamiento. Un ingrediente más que ayuda a potenciar la crisis.

"Jugadores, CD, la concha de su madre", se leía en el cartel que a la mañana atravesaba todo el acceso Sudeste, vistiendo literalmente un puente peatonal a unos doscientos metros del ingreso al predio Santo Domingo, en Villa Domínico, donde ayer volvió a entrenarse el plantel profesional encabezado por Américo Gallego.

Por antecedentes que ocurrieron durante las gestiones de Pedro Troglio, Claudio Borghi y Miguel Angel Santoro, antecesores del Tolo, cuando barras bravas ingresaron a apretar a los jugadores en momentos aciagos, suele haber una mayor vigilancia en los alrededores del campo de entrenamiento. Supuestamente por ello el pasacalle no habría sido ingresado al campo de deportes de Independiente, sino que se lo colgó en un lugar donde los jugadores pudieran verlo al llegar a la práctica.