La resolución judicial que impide la postulación a diputado de Luis Patti -detenido y procesado por delitos de lesa humanidad- fue un logro para organizaciones afines al gobierno (CELS e HIJOS), pero un dolor de cabeza para la lista de Néstor Kirchner en la provincia de Buenos Aires, convertida otra vez en "la madre" de la batalla electoral del 28 de junio.
Es que en una pulseada cada vez más polarizada -con leve ventaja para el oficialismo, según la mayoría de las encuestas-, lo más probable es que los potenciales simpatizantes del ex subcomisario terminen inclinándose por el peronista disidente Francisco De Narváez, en detrimento del núcleo que pivotea Margarita Stolbizer, de la coalición cívica aliada con el radicalismo.
"Entre el 1 y el 2% de los electores bonaerenses pattistas buscarán la manera más útil de castigar al kirchnerismo", reconocieron anoche ante "Río Negro" varias fuentes K que, sin embargo, basadas en datos suministrados por los analistas Julio Aurelio y Analía del Franco, vaticinaron que igual se ganará el distrito y se superará la cifra del 30 por ciento de los votos.
La sentencia de la Cámara Nacional Electoral señaló que Patti (desaforado en abril de 2008) fue impedido de ejercer como diputado por haber sido separado de la Cámara a raíz de la detención que sufre por un proceso penal. En consecuencia, agregó, es un contrasentido que pueda competir para acceder a ese mismo cargo. El tribunal valoró además la obligación internacional asumida por el Estado argentino de evitar cualquier medida que pudiera obstruir de algún modo la investigación y el juzgamiento de los hechos calificados como violaciones a los derechos humanos.
"No puede (Patti) -subrayó la Cámara- postularse a la reelección hasta tanto se resuelva su situación penal y sea liberado".
Las fuentes kirchneristas consultadas por este diario, admitieron también que faltando 9 días para los comicios, la candidatura del ex intendente de Morón Martín Sabbatella, que en un principio parecía destinada a dividir las ofertas de la oposición, ahora perjudica las chances de la lista identificada absolutamente con el modelo de la presidenta Cristina Fernández.
En este caso -aseguraron- primó la cuestión principista de cerrarle el paso a un represor defendida por diputados como Remo Carlotto, que "hacer la vista gorda" para facilitar la presentación de Patti y así restarle sufragios a los justicialistas disidentes apoyados por el PRO.
Ayer, más que discutirse ideas, se festejaron gruesos errores de adversarios. El más notorio fue el del dirigente ruralista De Angeli, quien ante el estupor de Mario Llambías y Hugo Biolcati y el repudio cortante de Eduardo Buzzi, sentenció: "Hay que juntar a los empleados en las estancias, subirlos a la camioneta y decirles a quién hay que votar".
ARNALDO PAGANETTI
(Agencia Buenos Aires)
