Jueves 18 de Junio de 2009 Edicion impresa pag. 36 > Deportes
Una decisión "Gigante", un desplante "Monumental"
Grondona quiere aleccionar a River y pide jugar en Central.

Julio Grondona, como era esperar, salió a bancar a Diego Maradona después de la presentación de River y pidió a la FIFA la habilitación del "Gigante de Arroyito" para trasladar el clásico Argentina-Brasil a Rosario.

Es decir, lo que el presidente de la AFA busca es que el partido no se dispute en el Monumental.

Igual, Grondona intentó bajarle el tono a la fuerte disputa entre Maradona y River al afirmar que cuando se quejó por el estado del campo de juego del Monumental, el técnico "defendió la posición de los jugadores con algunas expresiones que son típicas de él, pero que sabemos lo hace sin ninguna mala intención".

Molestos por aquello de que el campo de juego millonario era "un potrero", según Maradona, la CD de River le pidió el martes precisiones a la AFA sobre el contrato del DT y preguntó si fue sometido a un examen psicofísico antes de que asumiera en el cargo. Lo hizo mediante dos cartas: una en la que se pidieron explicaciones por las "declaraciones desmedidas e insolentes" del técnico; y otra solicitando un informe sobre el acuerdo.

En cuanto a la localía del seleccionado, Grondona reconoció que el "inconveniente" fue haber "clasificado un solo estadio", en alusión al de River, deteriorado tras los recitales de Jonas Brothers y Los Piojos.

Por eso es que pidió que se habilite como una posibilidad el estadio de Rosario para el derby que se jugará en septiembre y que será determinante para las aspiraciones del equipo de Maradona.

Al "Gigante de Arroyito" deberían agregarle butacas y acondicionarle los vestuarios. Grondona se quejó de los diversos usos que se les dan a los estadios, como la realización de recitales, y recalcó que, "según el reglamento, las canchas son de pura y exclusiva autoridad de la AFA", por lo que "ningún club puede utilizarlas para otro evento sin la correspondiente autorización".

"Las imperiosas necesidades, más los cambios de forma de vida, han dado la oportunidad a estos nuevos eventos (shows musicales, por ejemplo), en los que se cobran entradas a un precio fuera de lo normal y nadie dice nada. Nosotros (el fútbol) las cobramos 25 pesos y somos delincuentes", protestó el "mandamás".

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