ZAPALA (AZ).- Los subsidiados que reclaman mejoras al gobierno provincial levantaron ayer al mediodía el corte de la Ruta Nacional 22 en el acceso a Zapala ante el inminente desalojo por parte de la policía. Los manifestantes se quedaron al borde de la cinta asfáltica custodiados por un grupo de efectivos pertenecientes a los grupos represivos especiales, quienes tenían órdenes de actuar en caso de que se interrumpiera nuevamente el tránsito.

La evolución de los hechos fue monitoreada en forma permanente por el ministro de Seguridad, César Pérez, quien desembarcó ayer en Zapala y mantuvo reuniones con funcionarios judiciales.

La reapertura de la ruta trajo alivio entre las empresas de transporte de pasajeros y los camioneros, entre otros sectores de la comunidad, quienes vieron afectado el desarrollo de sus actividades normales producto del conflicto.

"Están esperando que pongamos un pie en la ruta para reprimir, nosotros vamos a esperar la convocatoria del gobierno a las mesas de diálogo que venimos exigiendo desde hace días" expresó el secretario de la CTA, Jorge Urrutia.

Los manifestantes, que hasta el mediodía del miércoles impedían el paso, retrocedieron ante la llegada de los policías quienes tenían la orden del juez Oscar Domínguez de despejar la ruta.

Ambos grupos quedaron ubicados sobre la banquina, separados por escasos metros, pero no se registraron incidentes. Mientras, el tránsito se normalizó y el flujo vehicular retomó su fluidez habitual desde y hacia la zona de Cutral Co.

"El gobierno ya tiene nuestro pedido, ahora esperamos que nos acerquen una respuesta a través de los funcionarios municipales de Zapala", remarcó el dirigente gremial Juan Pelayes.

En tanto, se supo que el fiscal Marcelo Jofré le solicitó al juez de instrucción Oscar Domínguez que garantice la presencia policial en la ruta hasta tanto se disuelva el reclamo.

Jofré participó anoche de una reunión con el ministro Pérez en la que se analizó la evolución del conflicto desatado el lunes pasado como consecuencia del reclamo de un grupo de subsidiados de varias localidades del centro neuquino.

El miércoles la única alternativa que se barajaba para destrabar el conflicto era una mesa de diálogo prevista originalmente para el viernes en la capital de la provincia.

La dirigencia gremial no se mostró muy entusiasmada con esta posibilidad advirtiendo que sólo se tratarían soluciones parciales para Zapala en función de la puesta en marcha de una serie de obras públicas.