"Si de algo puedo estar tranquilo en el momento en que me muera, es que en el laburo fui totalmente honesto. Que yo laburé por compromiso tratando de demostrar que podía, y que servía para algo. Todo eso, por amor propio. Yo no sé si nací para ser director de televisión o de cine. Pero todo lo hago por amor propio. Para demostrar que puedo. Eso ha sido el motor de mi vida. Por eso, el 80 por ciento de mi vida ha sido el trabajo. He sido y soy un lobo solitario: no me casé, no tuve hijos. Llevo diez o doce años en los que ni recuerdo haber vivido. Sólo me veo trabajando, grabando, editando. Lo cual es grave, pero uno sobrevive como puede. Y yo pude. En medio de mis falencias he establecido un equilibrio", dijo en una entrevista Alejandro Doria, más de diez años atrás. Y se definía, sin querer. Y definía además el momento de su muerte.
Ayer, a los 71 años, Alejandro Doria murió a causa de una neumonía crónica que lo estaba afectando desde hace rato.
Ese lobo solitario que fue, dejó un enorme legado en el cine y la tevé. Él fue el responsable de la primera y mejor versión de "Esperando la carroza", una película que no sólo marcó una época sino que se convirtió en un clásico de la cinematografía nacional por ese retrato tan cómico como patético del argentino promedio. Él no quiso participar de la segunda versión, fiel a si mismo como era.
También dirigió "Proceso a la infamia" (1974) "La Isla" (1979), "Los Miedos" (1980), "Los Pasajeros del Jardín" (1928), "Darse Cuenta" (1984), "Sofía" (1987) y "Cien veces no debo" (1990). Sólo volvió a incursionar en el cine para hacer la película "Las manos", basada en la vida del Padre Mario Pantaleo. En su carrera obtuvo siete premios internacionales, entre ellos el Premio Goya 2007 y el Colón de Plata por Las manos, el Premio Cóndor de Plata, por Darse cuenta, el Premio Sur por Las manos y el Premio Ecuménico del Festival de Montreal por La isla. El clásico del cine cómico argentino Esperando la carroza, también es de su autoría.
En la tevé, su carrera fue mucho más prolífica. Allí dejó huella de su talento y marcó una época de ese medio.
Su primera telenovela fue "Nuestra galleguita", de 1969. También fue el hacedor de éxitos y clásicos de la tevé argentina como "Alta Comedia", "Pobre Diabla" y "Papá Corazón", "Identidad", "Escenario Universal", "Situación Límite", "Amores", "Atreverse" "Mi Mamá me Ama" y los prestigiosos ciclos de "Los Especiales de Alejandro Doria. También hizo, aunque con menos suerte, la segunda etapa de la telenovela "El rafa".
Doria nació el 1° de noviembre de 1936 e en Ricardo Rosales, Buenos Aires. Estudió ciencias económicas. Fue locutor de radio y actor.
Pero, el cine y la tevé lo atrajeron desde muy temprano. Y evidentemente con fuerza. Prueba de eso es su absoluta dedicación a esos dos medios. Una dedicación que, como él mismo dijo, le hizo olvidar su vida. Pero los premios que poblaban las vitrinas de su casa, son una prueba de que su vida no pasó en vano por esos lugares que él transitó.
