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	Facsímil de una orden de compra de la Municipalidad de Neuquén con Tecnoconsult.

Valiéndose de excusas varias de uso frecuente en la administración pública, el gerente de Administración del BPN, Sergio Pintado, escapó a los pedidos de una entrevista para hablar de la relación contractual de la entidad bancaria con la empresa Tecnoconsult, renovada el 1 de julio de 2003 según un documento que firmaron el ingeniero Hugo Cevallos en representación de la empresa y Pintado por el banco.

Según ese texto, la empresa cobraría -y cobró- 45.000 pesos mensuales por la prestación de un "servicio de cableado estructurado" en la casa matriz y en todas las sucursales del banco. En la cláusula 4.1 del contrato no se hablaba tanto del "cableado estructurado" como de la "elaboración de manuales guía de operación de programas de sistemas Wang en funcionamiento en el banco que por su antigüedad no están disponibles". Y en facturas presentadas por la contratada -por ejemplo, la 066 del 1/9/03- se alude a "mantenimiento de equipos del sistema informático". Es curioso, además, que en esa misma época el gerente de Sistemas, Julio Ruiz Rueda, tuviera a su disposición una empresa, Exégesys, contratada para prestar servicios similares.

Consultado por "Río Negro" Gabriel Rodríguez, quien se identificó como gerente administrativo de la firma, confirmó que Tecnoconsult sigue vinculada al banco, aunque ahora aporta servicios de seguridad. El más reciente habría sido la instalación de matafuegos. Negó que hubiera hecho mantenimiento de equipos informáticos al BPN, pero se comprometió a revisar la facturación de la empresa para confirmarlo. Posteriormente fue imposible volver a hablar con él.

Como el gobierno neuquino decidió en octubre pasado no renovar un contrato con Tecnoconsult merced al cual la empresa se comprometía a la elaboración de un banco de datos de gas y petróleo -que había merecido cuestionamientos- era obvia la necesidad de hablar con Pintado. Podría aclarar cómo una misma empresa podía ser capaz de prestar servicios tan variados y para más de un organismo de la administración pública.

Tecnoconsult se constituyó en abril de 2002 entre Claudia Rossana Gauna y Francisco Feliciano Pisano, aquella en representación de Silvana Elida Rivero, casada con Pedro Gauna, domiciliada bien lejos, en Resistencia, provincia del Chaco. La sociedad designó "por unanimidad" a Pisano para presidente y a Silvero como directora suplente. El domicilio quedó fijado en Juan B. Justo 1245, de la ciudad de Neuquén, que era también el domicilio real de Pisano.

Un año antes, en febrero de 2001, Pisano y Rivero habían fundado una SRL, Servicios de Ingeniería Norpatagónicos, en la que ambos eran gerentes, él desde Neuquén y ella desde Resistencia. En 2005 se hizo una redistribución de acciones y se nombró gerente a Néstor Octavio Torcasso. Pero en marzo de 2007 éste aparece, a la vez, en una asamblea de accionistas, como socio de Tecnoconsult, al igual que Zulma Liliana Amire. También figura como asistente Claudia Gauna. Todos se domicilian en Neuquén, pero acreditan su condición de accionistas mediante escrituras labradas en una escribanía de Resistencia. No fue posible confirmar la versión de que no se trata de los verdaderos dueños.

¿Dónde está Pisano?

La secretaria de Pintado, Marcela Pellegrino, sólo dijo de Tecnoconsult que no trabajaba más para el banco.

Pero si, efectivamente, el contrato renovado anualmente desde 2002 caducó, hasta el año pasado habría tenido vigencia, porque en abril y noviembre de ese año una camioneta de la empresa fue vista en estacionamientos del banco, uno de la casa matriz y otro del departamento de seguros de avenida Argentina 54.

Versiones sin confirmar dijeron que este año había realizado la reparación de las veredas del BPN que dan sobre la calle Independencia, pero pudo establecerse que la empresa a cargo de esa obra fue Equipos Andina, una contratista preferida desde que Luis Manganaro llegó a la presidencia de la institución. De todos modos, la vereda permanece indemne, tal cual lo prometió Sobisch cuando dijo que no privatizaría ni una baldosa del banco.

Pisano fue buscado por este diario en el domicilio de la calle Juan B. Justo, pero ya no está más allí. Amire, quien insistió en aclarar que su relación con la empresa fue de solo unos meses, tampoco sabe de él. Lo propio sucede en San Martín 1685, donde está actualmente la oficina que regentea Rodríguez. Allí está también Cevallos (el firmante del contrato con el banco), quien no pudo atender al periodista que pidió hablar con él porque estaba ocupado.

Informes: Juan Cruz García