RAMAT GAN, Israel (AFP).- Sometido a las fuertes presiones de la comunidad internacional, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, aceptó ayer el principio de un Estado palestino, aunque puso condiciones que fueron inmediatamente rechazadas por los palestinos.
Netanyahu descartó congelar la colonización judía, como le pide el presidente estadounidense, Barack Obama, que considera que la extensión de las colonias en Cisjordania mina las perspectivas de un Estado palestino viable.
Las dos principales condiciones planteadas por Netanyahu son la desmilitarización del futuro Estado palestino y el reconocimiento, por parte de los dirigentes palestinos, de Israel como Estado del pueblo judío. "Si recibimos garantías sobre la desmilitarización y si los palestinos reconocen Israel como el Estado del pueblo judío, entonces alcanzaremos una solución basada en un Estado palestino desmilitarizado", declaró Netanyahu en su primer discurso de política exterior desde las elecciones de febrero, pronunciado en la universidad Bar Ilan, cerca de Tel Aviv. "El territorio concedido a los palestinos será sin ejército, sin control del espacio aéreo, sin entrada de armas, sin la posibilidad de establecer alianzas con Irán o con Hizbollah", el movimiento chiíta libanés, añadió Netanyahu. Pocos creen que la fórmula de un Estado desmilitarizado, sea realizable.
En cuanto a la colonización, aspecto clave para la paz, aseguró que no quiere "hacer construir nuevas colonias o confiscar tierras con ese objetivo, pero hay que permitir a los habitantes de las implantaciones vivir normalmente", es decir, que la construcción responda al "crecimiento natural".
La Autoridad Palestina acusó rápidamente a Netanyahu de bloquear los esfuerzos de paz. "Este discurso torpedea todas las iniciativas de paz en la región", declaró Nabil Abu Rudeina, portavoz del presidente palestino, Mahmoud Abbas.
El presidente estadounidense, Barack Obama, dio "la bienvenida a un importante paso adelante del primer ministro Netanyahu en su discurso", señaló el portavoz Robert Gibbs en un comunicado.