CIPOLLETTI (AC).- Desde que la empresa Caminos del Valle logró la renegociación del corredor vial que el Estado nacional privatizó en 1995, sectores políticos y sociales de la región cuestionaron la medida, entre otros puntos, porque prácticamente se eximió a la firma de realizar inversiones sobre la traza.
Quizás el caso más emblemático sea la repavimentación de 3,5 kilómetros de la ruta 22, a la altura de esta ciudad. Con una inversión cercana a los 8.900.000 pesos, se realiza con fondos aportados por el gobierno nacional a pesar de que el tramo es parte del corredor concesionado.
Actualmente en ejecución, la obra fue adjudicada a la empresa Quidel y quedará finalizada, si se cumplen los plazos previstos, a principios del año que viene. Mientras tanto, a los inconvenientes que cotidianamente tienen que enfrentar los usuarios por los trabajos en un sector altamente transitado, se suma el enojo por la obligación de abonar una tarifa de peaje que sólo se utilizará para cubrir los costos de explotación y conservación.
La repavimentación de la ruta 22 entre la rotonda con la 151 y la entrada a la Isla Jordán se realiza sobre un tramo destrozado, que siempre fue motivo de queja por parte de los automovilistas.
En los 15 años que el corredor lleva concesionado, Caminos del Valle sólo realizó en el sector trabajos de reparación, debido al estado en que quedaba la ruta luego de la temporada de cosecha. Al menos ese fue uno de los argumentos que esgrimió la empresa cuando se la consultó sobre los motivos del deterioro.
En los considerandos del acuerdo de renegociación contractual del 7 de abril del 2006, se estimó "necesario y conveniente adecuar ciertos contenidos del contrato de concesión en función de preservar la accesibilidad, continuidad y calidad del servicio prestado a los usuarios y establecer condiciones que propendan al equilibrio contractual".
Se estableció como plan de obras la finalización del tercer puente sobre el río Neuquén (actualmente terminado pero sin los accesos) y otras que oportunamente determinaría el Estado por "7.410.170 pesos, IVA incluido expresado en pesos constantes de diciembre de 2004".
Este monto se cubrió con los trabajos de remodelación de la Circunvalación cipoleña, luego del acuerdo alcanzado entre el intendente Alberto Weretilneck, Caminos del Valle y Nación para que la avenida vuelva a manos de la comuna.
En ejecución desde enero de 2007, la obra -que es la última inversión que debe hace la concesionaria- aún no está finalizada. Faltan trabajos de importancia, como los derivadores ubicados en sectores donde el tránsito es muy intenso.
Desde mediados del año pasado y, ante un pedido de la empresa para aumentar el peaje, los reclamos al Estado nacional para que rescinda el contrato con Caminos del Valle volvieron a acentuarse. Muchos consideran que los incumplimientos de la firma son suficientes como para liberar a los usuarios de seguir pagando un peaje que no se traduce en beneficios concretos.
Una decisión de este tipo pareciera ser de difícil resolución: Caminos del Valle está presidido por un empresario K que además es titular de la Cámara Argentina de la Construcción.