Huracán consiguió hoy un valioso triunfo por 1-0 en el clásico barrial ante San Lorenzo, ya que los tres puntos que sumó le permitieron ubicarse como único escolta del líder del torneo, Vélez Sarsfield, con el que chocará en la última fecha.
En la cancha de Boca, donde San Lorenzo fue local, Paolo Goltz, de cabeza a los 38 minutos del primer tiempo, le dio la ventaja al cabo definitiva a un Huracán que sueña cada vez más con el título. Es que el elenco de Angel Cappa depende de sí mismo para adueñarse del Clausura, porque si bien Vélez está un punto arriba suyo en la última fecha lo tendrá enfrente y podrá descontarle esa diferencia.
Por eso en el segundo tiempo Huracán se dedicó a cuidar como si fuera oro la ventaja obtenida con el testazo de Goltz, por ser conciente del valor del triunfo parcial. El elenco de Parque Patricios finalmente se llevó un merecido triunfo porque lo realizado en el primer tiempo superó la tibieza demostrada por San Lorenzo en el complemento, cuando dispuso del balón y del terreno, con un disparo en el palo incluído, y no supo aprovecharlo.
Pese a que sufrió el acoso inicial de un San Lorenzo que intentó presionar bien arriba con Juan Manuel Torres y Cristian Ledesma como abanderados, con el correr de los minutos Huracán se fue soltando hasta conseguir el primer tanto del partido.
Mucho tuvo que ver en la mejora de los dirigidos por Cappa, que intentaron ser prolijos y pacientes en el traslado del balón, el ascenso del nivel futbolístico de Javier Pastore y Matías De Federico, quienes fueron de menor a mayor en esta etapa inicial.
Enfrente, Santiago Solari era pura voluntad y se erigía como el estandarte de cada ataque de San Lorenzo, aunque la escasa compañía hacía que, en la mayoría de los casos, los mismos fueran culminados con remates de media distancia.
Sin embargo fue el local, en la primera oportunidad que pisó con peligro el área de Gastón Monzón, el que creó la chance más clara antes de que su rival se pusiera en ventaja, cuando Bergessio desde la derecha envió un centro rasante que cruzó todo el arco y que Silvera no llegó a conectar por poco. De un tiro de esquina llegó la apertura del marcador.
De Federico ejecutó un envío que cayó en el corazón del área, donde Goltz apareció llamativamente sin marca para poner a su equipo arriba en el marcador con un frentazo preciso. Antes del cierre de la etapa, el equipo de Simeone pudo llegar al empate, pero Bergessio remató desviado un centro atrás de Silvera, cuando Adrián González llegaba mejor perfilado.
En el complemento, Huracán cedió la pelota y la iniciativa para intentar lastimar de contragolpe, pero el cansancio de Pastore, el aislamiento de De Federico y la poca contribución de Luciano Nieto atentaron contra sus planes.
De todas formas, el elenco de Cappa no sufrió demasiados sofocones ante la extrema verticalidad y tibieza de su rival. Sólo un remate que estrelló en el palo Andrés Silvera y cuyo rebote Solari no pudo capturar, puede contarse como jugada de riesgo en el arco de Monzón.
Al finalizar el partido, la realidad opuesta de ambos equipos quedó en evidencia en el césped de la Bombonera: los jugadores de Huracán festejando ante su gente ante la inmejorable chance de consagrarse campeones y los futbolistas de San Lorenzo insultados por su parcialidad por su presente irregular.
DyN