BUENOS AIRES.- El director de la Federación Agraria Argentina (FAA) Jorge Solmi acusó ayer de "cómplices" al Gobierno y a las exportadoras agrícolas por "ilusionar a los productores con precios de trigo de utilería" cuando, en realidad, "están escamoteando 50 pesos por tonelada de soja".
Solmi sostuvo que "los productores les creen menos a los exportadores que al Gobierno, y no van a caer en la trampa de los precios truchos de trigo".
"Lamentablemente la próxima campaña va a ser menor que la de hace 100 años cuando se sembraba a caballo", subrayó el dirigente agropecuario y candidato a diputado provincial bonaerense por Unión PRO.
Puntualizó que "el Gobierno le pone la sombra que necesitan (los exportadores) para este saqueo abusando de una posición dominante y lo hacen por un negocio que les conviene a ambos". "Por su parte, los exportadores adelantan dinero de futuras retenciones a la caja K, ponen un precio de trigo artificial y a cambio el Gobierno permite maniobras abusivas en las compras de soja y destruye los sistemas de estadísticas para tapar el estrago que están causando en el interior del país y en la producción nacional", afirmó Solmi.
Añadió que "los chacareros deben caer en la rapiña de los exportadores que birlan 50 pesos por tonelada de soja ante la necesidad de los productores por tener que vender".
Señaló que la diferencia entre lo que los exportadores pagan y lo que podrían llegar a pagar según los precios a los que exportan la soja es de "1.500 pesos por camión que sale de la chacra, prácticamente lo mismo que gana un enfermero o un maestro o un policía".
La crisis de la leche
Por otra parte, la Comisión de Enlace sostuvo ayer que "es imperioso revertir la situación terminal de la lechería", y alertó que de no modificarse "el ritmo actual de destrucción de la actividad, en pocos años no habrá leche suficiente para el mercado interno".
Para ello convocó a todos los productores lecheros del país a una Asamblea Nacional Tambera, que se celebrará el próximo sábado en la ciudad cordobesa de San Francisco.
"La falta de una política oficial a favor de la producción ya destruyó 5.000 tambos desde 2003, o sea un tercio de los 15.500 establecimientos que existían en aquel momento, con la pérdida de miles de puestos de trabajo directos e indirectos", remarcaron las cuatro principales entidades agropecuarias del país. (DyN)
