ZAPALA (AZ).- Los trabajadores municipales de esta ciudad le entregaron un informe al intendente Edgardo Sapag del cual se desprende la posibilidad de otorgar el aumento salarial de 600 pesos solicitado a través de la medida de fuerza iniciada el lunes.
Los referentes gremiales que participaron del encuentro con el jefe comunal desarrollado ayer cerca del mediodía, se mostraron "optimistas" en cuanto a la resolución del conflicto y anunciaron que volverán a reunirse con Sapag.
En tanto, la decisión del intendente de solicitar a la Justicia que se abstenga al desalojo compulsivo de los edificios públicos que permanecen ocupados por los empleados, fue bien recibida entre los manifestantes quienes ya habían anunciado su decisión de resistir una eventual acción de las fuerzas de seguridad.
"Consideramos que la reunión fue positiva por cuanto pudimos expresarle al intendente con documentación respaldatoria que los recursos necesarios para afrontar el aumento están en el municipio", destacó el secretario de la Asociación de Trabajadores Municipales (ATM), Benjamín Contreras.
De acuerdo a la visión de los sindicatos ATM, UPCN y SOEMZ, la respuesta a la solicitud planteada sólo depende de la "decisión política" del intendente Sapag.
"La plata está, sólo es cuestión de reasignar partidas y tomar el compromiso de darle a los trabajadores una mejora largamente esperada" sostuvo Contreras.
Según explicitaron, Sapag no emitió comentarios sobre el planteo pero se llevó la carpeta con toda la documentación aportada y prometió una respuesta para las próximas horas.
Por otra parte, el paro continuará ya que los empleados se mantienen firmes en la toma del palacio municipal y el corralón. "La decisión es mantener la medida de fuerza por tiempo indeterminado a la espera una respuesta favorable del Ejecutivo", dijeron.
Sapag ayer solicitó a la justicia que no ejecute la orden de desalojo, impulsada por el fiscal Marcelo Jofré y avalada por el juez de instrucción Oscar Domínguez, hasta tanto se lleve adelante la mesa de negociación.
Una de las principales complicaciones que sufre el municipio en el marco del conflicto es la imposibilidad de percibir los tributos ya que la atención al público se vio interrumpida en forma total. Esta situación generó más de un dolor de cabeza entre las autoridades ya que se trata de recursos sumamente necesarios en el marco de estrechez financiera que afronta la administración del intendente Edgardo Sapag.